Extracción de litio pone en riesgo al flamingo andino
Escrito por verdes |
El “triángulo del litio”, ubicado al sur del continente americano solo es conocido por su […]
El “triángulo del litio”, ubicado al sur del continente americano solo es conocido por su actividad minera y la extracción de litio, también es reconocido porque en él habita el flamingo andino anida en colonias durante el verano en los humedales de baja profundidad de la Puna y los Altos Andes de Chile, Bolivia y Argentina.
El flamingo andino es la especie más rara de los flamingos en Argentina, específicamente en Córdoba y Santa Fe y de acuerdo con la Secretaría de Minería de la Nación, hay 38 proyectos de litio en este país, de los cuales 17 están en los salares de la provincia de Salta.
De acuerdo con Enrique Derlindati, doctor en Ciencias Biológicas, investigador y docente de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta, lleva mucho tiempo investigando a los flamingos, su tendencia poblacional y las amenazas de su entorno. Se estima que hay alrededor de 80 mil ejemplares en Sudamérica y hay registro que están dejando de usar estos sitios para anidar, debido a la exploración y explotación de litio en la región.
“Eso un seguimiento y un monitoreo que se hace de la población cada cinco años. En. Los últimos 15 años, empezamos a observar menos ejemplares jóvenes en los ambientes naturales. Eso es una gran alarma. Se están instalando mineras en todos los salaras de la Puna, no están dejando ni uno solo sin intervenir”, dijo el doctor en Ciencias Biológicas a El País.
Regulación
Pese a que, en Argentina existe la Ley 24.585 de Protección Ambiental de la Actividad Minera que otorga un marco regulatorio de protección, la aprobación o denegación de los permisos mineros depende de cada provincia, que tiene la potestad sobre sus recursos naturales, como lo indica el Artículo 124 de la Constitución Nacional.
En el caso de Chile, las mineras no llevan a cabo sus trabajos en los periodos de nidificación de las especies, que ocurre entre noviembre y febrero, pero si las empresas y los gobiernos no se ponen de acuerdo para detener la operación durante estas épocas, será complicada la preservación del medio ambiente en el que habita el flamingo andino.
