Gobierno de Estados Unidos exigirá frenos automáticos de emergencia en autos
Escrito por Manuel Pineda Curiel |
Para mejorar la seguridad en las carreteras, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado que […]
Para mejorar la seguridad en las carreteras, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado que el frenado automático de emergencia será obligatorio en todos los nuevos vehículos de pasajeros. Esta medida, presentada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), tiene como objetivo salvar vidas y prevenir lesiones graves en accidentes de tráfico.
Según el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en una entrevista reciente, esta acción es una respuesta urgente a lo que él llama una “crisis de muertes en los caminos”. Con casi 40,000 muertes relacionadas con accidentes viales cada año en los Estados Unidos, se hace evidente la necesidad de tomar medidas concretas para abordar esta situación.
De acuerdo con The New York Times, la nueva norma exige que todos los vehículos de pasajeros que pesen 4,500 kilogramos (10,000 libras) o menos dispongan de alerta de colisión frontal, frenado automático de emergencia y frenado por detección de peatones.
Las normas exigen que los vehículos se detengan y eviten golpear al vehículo que les precede a velocidades de hasta 100 km/h (62 mph). También deben aplicar los frenos automáticamente a una velocidad de hasta 145 km/h (90 mph) si la colisión con el vehículo que circula adelante es inminente.
Evitar muertes
Estas nuevas regulaciones, consideradas las más importantes en materia de seguridad vial en las últimas dos décadas, establecen estándares para que los vehículos puedan detenerse automáticamente y evitar colisiones con otros vehículos o peatones, incluso durante la noche. Además, es el primer intento del gobierno federal por regular las funciones automatizadas de conducción, lo que podría ayudar a resolver algunos de los problemas asociados con la conducción asistida y los sistemas de conducción completamente automatizados.
A pesar de que alrededor del 90 por ciento de los vehículos nuevos ya están equipados con sistemas de frenado automático, la ausencia de requisitos de rendimiento ha generado preocupaciones sobre su eficacia. Estas nuevas normas abordan esta preocupación al establecer estándares claros para garantizar que los vehículos puedan detenerse y evitar colisiones de manera efectiva.
Sin embargo, los críticos señalan que estas normas deberían haberse implementado antes y expresan preocupación por la falta de requisitos específicos para detectar a personas en bicicletas, scooters y otros usuarios vulnerables de la vía pública.
En términos de implementación, se espera que las automotrices tengan más de cinco años para adaptarse a estas regulaciones, lo que les permitirá mejorar sus sistemas durante el ciclo normal de actualización de modelos. Se estima que esto provocará un aumento en los precios de alrededor de 82 dólares por vehículo (354 millones de dólares anuales), pero según cálculos de la NHTSA, estas actualizaciones podrían salvar 362 vidas al año y prevenir miles de lesiones graves, lo que resultaría en ahorros significativos en términos de vidas y daños a propiedad.