Gqeberha en Sudáfrica está cerca del día cero por la falta de agua

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Si las autoridades en Sudáfrica no logran llevar agua a la población desde las presas […]

Si las autoridades en Sudáfrica no logran llevar agua a la población desde las presas que están casi vacías, o no tienen una lluvia importante sus habitantes se quedarán sin agua.

Cuando escuchamos que el cambio climático acelera la posibilidad de que algunas zonas del planeta se queden sin agua, muchos no entendemos la gravedad de lo que eso significa; y menos aún podemos imaginar lo que eso significaría para nuestras vidas tal y como la conocemos.

Pero quizás, si vemos lo que está pasando realmente en una población de Sudáfrica y la problemática que enfrentan para llevar agua a las casas de sus habitantes, podríamos tener una vaga idea de lo que el futuro nos depara a todos si no logramos revertir el daño que ya le hemos hecho al medioambiente.

Resulta que en la Bahía Nelson Mandela de la ciudad de Gqeberha, en Sudáfrica están muy cerca de quedarse sin agua, literalmente como se escucha si no consiguen llevar agua a la población desde las presas que están casi vacías o no se presenta una lluvia importante, sus habitantes están destinados a quedarse secos.

Según los reportes, los factores que han llevado a esta zona a atravesar por esta grave situación son varias, por un lado, y la principal es la sequía que se extendido más de lo acostumbrado, además de los problemas en infraestructura, sobretodo en las tuberías que llevan agua a la población desde las presas que están a 12 por ciento de su capacidad, ya que se presentan importantes fugas que agravan aún más este problema.

Hay que recordar que la región de Cabo Oriental sufrió una grave sequía entre 2015 y 2020, que devastó la economía local, especialmente su sector agrícola. Solo tuvo un breve respiro antes de volver a caer en la sequía a finales de 2021. 

Las historias de personas desesperadas por conseguir agua son cada vez más frecuentes. Algunos tienen que recorrer grandes distancias para conseguir el líquido en algunos de los centros de distribución o pequeños pozos, y aún así las autoridades les exigen que restrinjan su consumo a 50 litros por persona al día, cuando en países como Estados Unidos esa misma cifra es de 372.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que “casi nueve de cada 10 niños del norte de África viven en zonas con un estrés hídrico alto o extremadamente alto, con graves consecuencias para su salud, nutrición, desarrollo cognitivo y futuros medios de vida”. 

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que hay una ganancia o rédito económico de entre tres y 34 dólares por cada dólar invertido en el saneamiento del agua.

El coste de capital necesario para garantizar el agua potable, el saneamiento y la higiene para toda la población del África subsahariana, según las estimaciones del no gubernamental Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en inglés), es de 35 000 millones de dólares anuales.

Otro problema es lo que respecta a la agricultura. Las estimaciones del WRI muestran que para 90 por ciento de la población rural de África subsahariana, la agricultura es la principal fuente de ingresos. 

De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 13 millones de personas sufren hambre en Etiopía, Kenya y Somalia debido a la más grande sequía registrada en la región del Cuerno de África desde 1981.

La agencia humanitaria de la ONU advirtió que si no se actúa de inmediato para asistir a esa población, el mundo será testigo de una crisis humanitaria de grandes dimensiones, como la que ocurrió en 2011, cuando 250 mil personas murieron de hambre en Somalia.

Con este escenario, hoy más que nunca es importante que los líderes del mundo realmente se comprometan a cambiar sus políticas públicas y cumplir con los compromisos firmados en materia de conservación del medioambiente, de lo contrario, el día cero llegará a un mayor número de personas año tras año.