Greenpeace critica el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España por su falta de ambición

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

Greenpeace ha emitido su opinión sobre el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima […]

Greenpeace ha emitido su opinión sobre el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), que fue recientemente aprobado en España. Aunque la organización ecologista reconoce que el nuevo plan “supone una mejora respecto al plan anterior”, advierte que “se queda muy lejos de la velocidad necesaria y de lo indicado por la ciencia” para enfrentar la crisis climática. Este plan actualiza las metas energéticas para 2030, elevando el objetivo de electricidad proveniente de fuentes renovables al 81 por ciento, frente al 74 por ciento del plan anterior.

El Pniec actualizado establece como objetivo que el 81 por ciento de la electricidad generada en España en 2030 provenga de energías renovables, lo que refleja un avance con respecto al plan previo. Sin embargo, Greenpeace sostiene que este ritmo de crecimiento es insuficiente y advierte que se necesita una mayor aceleración en la transición energética si se quiere cumplir con los acuerdos climáticos internacionales y las recomendaciones científicas, que apuntan a una descarbonización total del sistema eléctrico para evitar los efectos más graves del cambio climático.

Greenpeace ha expresado que, aunque se valora el esfuerzo, este plan sigue siendo “poco ambicioso” y está “fuera del tiempo crítico” que la crisis climática requiere. La organización insta a que se establezcan metas más ambiciosas, alineadas con lo que dictan los informes científicos, que destacan la necesidad de alcanzar el 100 por ciento de energía renovable mucho antes de 2030 para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados según el Acuerdo de París.

Objetivos renovables

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es el documento base con el que España marca su camino hacia la transición energética. En su versión anterior, aprobada en 2020, el objetivo era que el 74 por ciento de la electricidad fuera renovable para 2030. No obstante, la presión de organizaciones ecologistas, expertos y el contexto internacional ha llevado a una revisión del plan, que ahora apunta al 81 por ciento de renovables.

Además de las metas en energías renovables, el nuevo Pniec se fija objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y mejoras en la eficiencia energética. Se espera que España alcance una reducción del 32 por ciento en emisiones para 2030, una cifra que Greenpeace considera insuficiente dado que el país debe ser más agresivo en su descarbonización si quiere ser un referente europeo en la lucha contra el cambio climático.

Greenpeace recuerda que, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), las emisiones de CO2 deben reducirse en un 45 por ciento para 2030 si se quiere evitar un aumento de más de 1.5 grados en la temperatura global. La organización señala que el plan español, aunque mejorado, no está alineado con las necesidades urgentes planteadas por la ciencia.

En su comunicado, Greenpeace también subraya que otras naciones europeas ya están más avanzadas en sus compromisos renovables. Países como Dinamarca y Alemania han fijado objetivos de descarbonización más altos y acelerados, lo que coloca a España en una posición rezagada frente a sus vecinos.

Para solucionar esta falta de ambición, Greenpeace sugiere que España adopte un enfoque más firme y eleve sus objetivos de energía renovable al 100 por ciento para 2030. También piden una mayor inversión en tecnologías limpias, como la energía solar y eólica, así como un plan de cierre definitivo de las centrales térmicas de carbón y gas, que aún representan una parte significativa del mix energético del país.