ITE lanza Promobat: la innovación que promete revolucionar las baterías de carga rápida

El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) ha lanzado un proyecto llamado Promobat, cuyo objetivo principal es desarrollar un prototipo de batería capaz de cargar un vehículo eléctrico en solo 15 minutos. Esta iniciativa busca mejorar tanto las prestaciones como la seguridad de las baterías de iones de litio, clave para la transición hacia la movilidad eléctrica y la lucha contra el cambio climático.

Promobat está centrado en el diseño de nuevas celdas y módulos de baterías, optimizando la densidad energética y reduciendo el tiempo de carga, una de las principales barreras para la adopción masiva de vehículos eléctricos. Actualmente, las baterías de litio dominan el mercado de vehículos eléctricos debido a su alta densidad energética, pero mejorar sus tiempos de carga y su seguridad sigue siendo un reto clave. Promobat tiene como objetivo superar estos desafíos y ofrecer una carga completa en 15 minutos, algo que podría revolucionar la industria del transporte eléctrico.

Este desarrollo no solo mejoraría la experiencia del usuario, sino que también podría ayudar a reducir la dependencia de combustibles fósiles, aumentando la adopción de vehículos eléctricos al hacerlos más convenientes y accesibles. Sin embargo, hay desafíos relacionados con la durabilidad de las baterías y el control del sobrecalentamiento durante cargas rápidas, cuestiones que el proyecto pretende abordar mediante el uso de nuevos materiales y tecnologías de control térmico.

Más esfuerzos globales

A nivel internacional, otros desarrollos en baterías de carga rápida han mostrado resultados prometedores. Por ejemplo, en Estados Unidos, investigadores han logrado cargar baterías en tan solo 10 minutos para proporcionar una autonomía de 320 km. Estas innovaciones destacan la creciente competencia por crear baterías más eficientes y accesibles, mientras los gobiernos y las empresas buscan acelerar la transición hacia energías limpias.

El proyecto Promobat se alinea con la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras de carga rápida y hacer que los vehículos eléctricos sean una opción más viable para los consumidores. Si logra sus objetivos, podría tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de CO2 y en la sostenibilidad del transporte en Europa.