Los desafíos para una cadena de suministro circular
Escrito por Miriam Jimenez |
La cadena de suministro tradicional es una de las principales fuentes de emisiones de C02, […]
La cadena de suministro tradicional es una de las principales fuentes de emisiones de C02, desde la obtención de las materias primas, la transportación de productos, hasta llegar al consumidor final. En cada etapa del proceso genera emisiones de gases de efecto invernadero, residuos y contaminación.
Tan solo en 2022 se emitieron más de 37 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la actividad industrial y los combustibles fósiles en el mundo. Se estima que 90 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de una compañía provienen de las operaciones de la cadena de suministro, resaltando la urgencia de adoptar modelo más sostenibles que reduzcan el impacto ambiental y promuevan el uso eficiente de los recursos.
Concientización y digitalización
Uno de los mayores desafíos es lograr la aceptación del mercado, debido a que los consumidores y las empresas a menudo perciben los productos fabricados con materiales reciclados o reacondicionados como de menor calidad en comparación con los productos nuevos.
“Superar esta percepción requiere esfuerzos en educación y comunicación para demostrar los beneficios y la calidad de los modelos de economía circular. Los productos en estos modelos son una alternativa que puede ser más rentable en el largo plazo que las opciones basadas en la economía lineal”, comentó Samantha Rodríguez, Sr. Sustainability Manager Latam de CHEP.
De acuerdo con Samantha Rodríguez, invertir en la digitalización es crucial, ya que implica integrar nuevas tecnologías en sistemas tradicionales para gestionar el seguimiento de los productos y materiales a lo largo de su ciclo de vida.
“Utilizando herramientas digitales y análisis de datos, podemos comprender mejor los movimientos de activos, las ineficiencias y los patrones de comportamiento de los clientes, lo que nos permite crear cadenas de suministro más inteligentes y circulares. De esta forma se fortalecen las relaciones con los clientes mediante el uso de datos, con lo que logramos una gestión más eficiente”, agregó Samantha.
Adopción de la circularidad
En América Latina la adopción de prácticas de economía circular en las cadenas de suministro está ganando popularidad. Según una encuesta de EY, 80 por ciento de los ejecutivos de grandes empresas en Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y México ya están invirtiendo en operaciones sostenibles. El 93 por ciento de las empresas más grandes del mundo cuentan con programas de sostenibilidad.
Una reciente encuesta realizada por CHEP indica que 70 por ciento de los encuestados considera que el gobierno y autoridades nacionales son los principales responsables para la transición a una economía circular, al igual que 47 por ciento considera que las empresas y el sector industrial pueden aportar a través del diseño de productos, la producción y el transporte de mercancías.
En la Ciudad de México se aprobó recientemente la primera Ley de Economía Circular en el país, la cual establece las bases para la construcción de alternativas económicas que aprovechan los recursos sin generar deterioro ambiental, esto mientras mantienen el éxito de los negocios.
En conclusión, la economía circular ofrece una ruta viable para reducir el impacto ambiental de la cadena de suministro, promover la sostenibilidad y responder a la creciente demanda de consumidores conscientes. Las empresas que adopten este modelo no solo contribuirán a un futuro más verde, sino que también podrán beneficiarse de una mayor eficiencia y resiliencia en sus operaciones.