Los dolores hacia la transición energética

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Escrito por verdes |

El sector energético global se enfrenta a un escenario que pocos se habrían aventurado a […]

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El sector energético global se enfrenta a un escenario que pocos se habrían aventurado a vaticinar todavía hace un año cuando los efectos de la pandemia, aún sacudían con fuerza las economías de todos los países del planeta.

Durante el transcurso del presente año y con el avance de la vacunación en las principales economías del mundo, la recuperación paulatina de las actividades comenzaron a demandar con celeridad los principales insumos para reactivar las economías. Cobre, micro chips, alimentos forrajeros, gas, petróleo y carbón, entraron en una espiral de demanda que dio paso a la escalada de precios de todos los commodities, junto con la escasez que hoy viven muchos de ellos.

En el caso particular del sector energético, el alza de los precios de los insumos para producir electricidad, se dispararon impactando a su vez en el aumento de los precios de la electricidad hasta en 400 por ciento en países como España, Reino Unido, Alemania y Francia.

Este escenario está provocando una crisis en un sector que pretende caminar a pasos acelerados hacia una transición energética sustentada en fuentes renovables. El asunto es que, dicha transformación, va lenta, de acuerdo con declaraciones hechas por Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA).

La agencia vaticina que para el 2023, la emisiones de carbono registrarán un nuevo record histórico, toda vez que la recuperación económica de las grandes potencias, se está sustentando en el uso de energías fósiles y a que, la adopción de energías renovables a nivel global, camina a paso lento.

Conjugado con el alza de los precios del carbón, gas y petróleo, el escenario parece apremiante toda vez que a nivel mundial, las voces de los países líderes globales, se unifican cada vez más para reducir las emisiones de carbono para alcanzar el ansiado Net Zero.

Pero antes de ello, deberán incrementar mínimo por diez los montos de inversión destinados a proyectos de generación de energías renovables. De acuerdo con la IEA durante la pandemia, los gobiernos destinaron 16 billones (millones de millones) de dólares para mantener en funcioamiento sus economías y en ayudas para personas en condición de vulnerabilidad.

Sin embargo, apenas 380 mil millones de dólares, se destinaron al desarrollo de infraestructura para generar electricidad con fuentes renovables; es decir, apenas el 2 por ciento de los recursos disponibles de los gobiernos durante la pandemia.

Como señala la IEA, el avance todavía es incipiente y países como Alemania por ejemplo, apenas produce el 17 por ciento de energía eléctrica con fuentes renovables, lejos de Suecia, uno de los paíase más avanzados en la materia que consume el 56 por ciento de electricidad de fuentes renovables.

En los países en vías de desarrollo y más pobres, la ecuación es aún más preocupante al notener acceso a las tecnologías y recursos financieros para revertir su tendencia de producción energética con fuentes contaminantes.  

La crisis de los energéticos que vive el mundo en estos momentos, llevan a diversas reflexiones que van desde la necesidad de acelerar la transición energética con fuentes renovables. Sin embargo, dicho avance, ampliaría aún más la brecha entre los países ricos y lo que se encuentrane en vías de desarrollo.

Por lo pronto, los compromisos adquiridos por los países, sólo permitirían, en caso de cumplirse, alcanzar para 2030 20 por ciento en la reducción total de emisiones de gases de efecto invernadero, que significa el límite para mantener el calentamiento global bajo control.