Migrantes: una historia que toca dos corazones

El Tecnológico de Monterrey presentó Migrantes. Una historia de dos corazones, exposición itinerante proveniente del Museo de las Américas de Denver, institución referente en arte latinoamericano. La muestra arriba a México después de una exitosa exhibición en Estados Unidos, donde obtuvo amplia cobertura en prensa cultural, incluidas menciones en The New York Times, gracias a su aproximación crítica y sensible al fenómeno migratorio.

La presentación en el campus Ciudad de México es organizada por la Escuela de Humanidades y Educación y la Dirección Nacional de Desarrollo Cultural, a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural.

Una mirada al fenómeno migratorio desde el arte y la memoria

Para Paulina Campos, vicepresidenta de los campus en Ciudad de México, recibir esta exposición es “profundamente significativo”, pues invita a mirar la migración desde sus dimensiones humanas, emocionales y sociales.

“La movilidad humana es parte de nuestra esencia como país, y el arte tiene la capacidad de recordarnos que nuestras historias están entrelazadas; ese es siempre el primer paso para transformar”, afirmó.

La propuesta curatorial retoma los ejes conceptuales de su presentación en Denver: las borderlands como espacios simbólicos y geográficos, las ecologías sociales del desplazamiento, el cuerpo como territorio de memoria y la metáfora de los “dos corazones”, que sintetiza el desarraigo y la reconstrucción identitaria. Desde esta mirada, la migración se entiende como un proceso marcado por violencia, esperanza, reorganización comunitaria y búsqueda de futuro.

Artistas participantes

La muestra reúne obra de reconocidos creadores que han trabajado en torno a la movilidad humana, la frontera y las tensiones entre cuerpo, identidad y territorio:

Erika Harrsch, quien cuestiona los dispositivos y burocracias que definen la pertenencia.
Héctor de Anda, con piezas construidas a partir de materiales encontrados en zonas de cruce.
Julio Morales, cuyo trabajo indaga redes familiares, rutas y estructuras sociales de movilidad.
Mónica Lozano, conocida por su documentación de paisajes fronterizos atravesados por vigilancia y espera.
Miguel Rodríguez Sepúlveda, con obra que explora la relación entre cuerpo, política y territorio.

A ellos se suman piezas del Patrimonio Cultural del Tecnológico de Monterrey, con obra de Manuel Álvarez Bravo y Pablo O’Higgins, que permiten un diálogo histórico sobre representaciones del desplazamiento en el siglo XX, además de trabajos de Mabel Weber, Graciela Iturbide y Carla Rippey, que amplían el registro visual desde narrativas fotográficas, gráficas y documentales.

Curaduría y propuesta museográfica

La exposición está curada por Rocío Guerrero Mondoño, con co-curaduría de Lizette Zaldívar Larrañaga y Mabel Mauricio, y museografía de Gabriel Vargas Flores. La propuesta resitúa los planteamientos originales de Denver al incorporarlos en diálogo con el acervo del Tecnológico de Monterrey y con la participación de estudiantes, quienes colaboraron en la producción de una pieza de Erika Harrsch.

Este cruce entre obra, archivo y prácticas formativas permite una lectura contemporánea del fenómeno migratorio dentro de un entorno académico.

Un espacio de diálogo interdisciplinario

Migrantes. Una historia de dos corazones forma parte de una línea de trabajo del Tecnológico de Monterrey que vincula investigación humanística con desafíos sociales actuales. La muestra convoca a estudiantes, docentes, investigadores y visitantes externos a reflexionar sobre la movilidad humana desde la intersección entre arte, documentación, memoria, política pública y experiencias comunitarias.

El proyecto se complementará con: