Pone en riesgo la falta de cobre la transición a energías limpias

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El grupo minero estadounidense Freeport-McMoran, una de las empresas de metal más grandes del mundo, […]

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El grupo minero estadounidense Freeport-McMoran, una de las empresas de metal más grandes del mundo, aseguró que los planes globales para electrificar las economías y reducir las emisiones de carbono, podrían verse frenados por la escasez de cobre.

Agregó que el cobre es crucial para ecologizar la economía debido a su capacidad para conducir electricidad, por ejemplo, un automóvil eléctrico puede usar tres veces la cantidad de cobre que un motor de combustión, mientras que los proyectos de energía renovable tienden a necesitar cinco veces el volumen del metal que las plantas tradicionales de gas, carbón y energía nuclear.

La creciente demanda mundial de cobre para acelerar el despliegue de automóviles eléctricos, electricidad renovable y líneas eléctricas provocaría un déficit del insumo.

La consultora Wood Mackenzie aseguró que el 9.7 millones de toneladas de suministro anual deben provenir de proyectos que aún no entran en operación y lo harán en el transcurso de la próxima década. El tamaño del mercado actual es de 25 millones de toneladas del año.

A la fecha la producción mundial de cobre ha superado un déficit de esta magnitud, y se pronostica que se necesitaría 23,000 millones de dólares de inversión anual para nuevos proyectos, dos tercios más que el promedio de los últimos 30 años.

De igual forma, el mayor productor de cobre del mundo la chilena Codelco, reconoció que espera un déficit de 6 a 7 millones de toneladas de cobre durante la presente década, no obstante la empresa trabaja para mantener la producción en sus minas.

El cobre en sus mínimos históricos

Las existencias de cobre se encuentran en mínimos históricos, lo que crea un riesgo de volatilidad y cambio de precios en los mercado. Las tensiones geopolíticas están afectando los suministros de metales, entre ellos el cobre. 

Factores, cómo los largos procesos de permisos gubernamentales y proyectos en los que la extracción es más difícil, así como la falta de proyectos listos para la pala, dificultan el cumplimiento con la demanda y  crecimiento del mercado en el largo plazo.

Una solución podría ser un aumento de la producción empleando la chatarra de cobre, sin embargo, en la mayoría de los países, la fundición de metales a partir de chatarra sigue dependiendo de los combustible fósil, especialmente del carbón o del gas natural.