Portugal avanza hacia un futuro más verde, colocándose como uno de los países más avanzados de Europa en la transición hacia fuentes renovables. Según los datos publicados por la Red Eléctrica de Portugal, el país luso ha logrado una nueva marca al aportar el 72 por ciento de la electricidad consumida en el primer trimestre del año gracias a fuentes renovables.
Este hito es el resultado del compromiso del presidente de Portugal, António Costa, con la transición energética hacia fuentes limpias. Desde su llegada al poder en 2015, Costa ha implementado una serie de políticas y proyectos verdes para reducir la dependencia del país en los combustibles fósiles y acelerar la transición hacia fuentes renovables.
Entre los proyectos más importantes destaca la construcción de varios parques eólicos y solares en todo el país, así como la instalación de una red de paneles solares en las cubiertas de edificios públicos y privados. Además, Portugal ha invertido en la modernización de la red eléctrica para poder gestionar mejor la energía producida por fuentes renovables, lo que ha permitido una mayor integración de estas fuentes en la red y una mayor eficiencia energética.
La estrategia verde de Portugal ha generado resultados impresionantes en términos de la producción de energía limpia. En 2019, el país logró un récord mundial al producir suficiente energía renovable para abastecer a todo el país durante cuatro días consecutivos. Además, Portugal ha mantenido una reducción constante de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los últimos años.
La apuesta de Portugal por la energía verde no sólo ha tenido un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también ha generado una serie de oportunidades económicas. La transición hacia una economía más verde ha impulsado la creación de empleos en la industria de las energías renovables, al mismo tiempo que ha reducido la dependencia de Portugal en los combustibles fósiles, lo que ha generado ahorros significativos en la factura energética del país.
El compromiso de Portugal con la transición energética hacia fuentes renovables ha llamado la atención de otros países, que buscan seguir su ejemplo. Este éxito ha llevado a Portugal a convertirse en un líder en la lucha contra el cambio climático y ha demostrado que un enfoque proactivo y estratégico en la implementación de políticas verdes puede ser rentable y mejorar tanto para el medio ambiente como para la economía.
