Regulación a baterías chinas aumentaría el precio de los autos eléctricos

El gobierno de Estados Unidos anunció recientemente una serie de medidas que buscan limitar el uso de baterías chinas en los vehículos eléctricos que se venden en el país, con el fin de proteger la seguridad nacional y fomentar la industria local; sin embargo, algunos especialistas aseguran que esto podría aumentar el precio de los autos eléctricos en el país.

Según las nuevas normas, los vehículos eléctricos que contengan componentes de baterías fabricados en China, o que sean producidos por una empresa con fuertes vínculos con Beijing, recibirán menos subsidios federales que los que usen baterías fabricadas en Estados Unidos o en otros países aliados.

La medida, aseguran algunos especialistas, podría encarecer el precio de los vehículos eléctricos para los consumidores estadounidenses, ya que China es el líder mundial en la producción de baterías para este tipo de vehículos y domina casi “todas las etapas de la cadena de suministro de baterías para vehículos eléctricos”, según un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de 2023.

El Gobierno de Biden argumentó que la decisión responde a una cuestión de seguridad nacional, ya que las baterías chinas podrían contener componentes que permitan el espionaje o el sabotaje por parte del régimen comunista. Además, señaló que la medida busca impulsar el desarrollo de la industria local de baterías, que es clave para la transición hacia una economía más limpia y sostenible.

La industria estadounidense se fortalece

La industria estadounidense de baterías para vehículos eléctricos ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, gracias al aumento de la demanda y al apoyo del gobierno federal.

Según datos del Departamento de Energía, actualmente hay 13 fábricas de baterías en construcción o planificadas en Estados Unidos, que generarán miles de empleos y aumentarán la capacidad de producción anual a más de 500 gigavatios por hora.

Entre las empresas que han anunciado inversiones millonarias para levantar plantas de baterías en Estados Unidos se encuentran Hyundai, General Motors, Toyota y Panasonic. Estas compañías buscan asegurar el suministro de baterías para sus modelos eléctricos, así como reducir los costos y mejorar la competitividad.

Además, algunas empresas estadounidenses como Tesla o QuantumScape están desarrollando tecnologías innovadoras para mejorar el rendimiento y la durabilidad de las baterías, lo que podría darles una ventaja frente a sus competidores chinos.

La industria estadounidense de vehículos eléctricos también ha mostrado un gran dinamismo en los últimos años, impulsada por la preferencia de los consumidores y por las políticas gubernamentales.

En 2021 se vendieron cerca de medio millón de vehículos eléctricos en Estados Unidos, lo que supone un aumento de 50 por ciento respecto al año anterior. Tesla fue la marca líder, con más de 60 por ciento del mercado, seguida por Ford, Chevrolet y Volkswagen.

El gobierno de Biden ha expresado su compromiso con la electrificación del transporte, y ha propuesto destinar 174,000 millones de dólares para incentivar la compra de vehículos eléctricos, ampliar la infraestructura de carga y apoyar la investigación y el desarrollo.

Además, el gobierno ha fijado el objetivo de que 50 por ciento de los vehículos nuevos vendidos en 2030 sean eléctricos, híbridos o de cero emisiones, lo que supone un gran desafío para la industria automotriz.

De acuerdo con especialistas, la industria de autos eléctricos Estados Unidos se enfrenta a un escenario lleno de oportunidades y retos, en el que tendrá que competir con China y otros países por el liderazgo del mercado global. Para ello, será clave contar con una cadena de suministro de baterías robusta, eficiente y segura, que garantice la calidad y la disponibilidad de los vehículos eléctricos para los consumidores estadounidenses.