Shock eléctrico de China a la industria automotriz mundial

El primero de diciembre, el CEO de Stellantis, John Elkann, presentó su renuncia ante el consejo de administración. La noticia para muchos, no pasó de ser un acontecimiento corporativo resultado de una mala gestión. Pero detrás de esta noticia se esconde una profunda crisis en el sector automotriz mundial. La razón, el ascenso de la industria automotriz China que, en poco más de una década, pasó a liderar la producción mundial de autos eléctricos que generó un electro shock que tiene en vilo a las armadoras occidentales.

Y es que en esta carrera por sustituir el uso de los combustibles fósiles por autos eléctricos, el gigante asiático le está ganando la mano a las grandes y más icónicas marcas automotrices del mundo. En el 2013 China producía poco más de 18 mil autos eléctricos al año, para el cierre de este 2024, se estima que su producción anual habrá cerrado en 12 millones de vehículos eléctricos.

Las acciones de Stellantis han perdido poco más del 40 por ciento de su valor en el último año y las utilidades de la compañía reportan pérdidas de hasta el 50 por ciento. Pero no es la única automotriz global en apuros, Volkswagen viene enfrentando desde hace meses una crisis de huelgas de sus trabajadores en Alemania fruto de la caída también de sus utilidades y el incremento de sus costos de producción que le han obligado a reducir salarios y despedir empleados en varias de sus plantas alrededor del mundo.

Pero la crisis no es únicamente de las armadoras europeas, las asiáticas, Honda, Nissan y Toyota, también presentan reducción de sus utilidades, así como la caída del valor de sus acciones en el mercado de valores. Ford Motor Company, no es la excepción, pues el valor de sus acciones en el último año también es negativo. Y aunque General Motors más o menos se defiende en ese terreno, tampoco la está pasando bien pues la venta de sus vehículos nuevos en Estados Unidos reportaban en octubre una caída del 2 por ciento.

De hecho todas las marcas de autos en los Estados Unidos están proyectando cerrar 2024 con una caída de sus ventas. La razón, el ascenso de la industria automotriz China, y es que no solamente el país asiático está dominando el mercado de los vehículos eléctricos, sus autos son hasta 60 por ciento más baratos que cualquier auto o modelo de sus competidores globales pues no sólo compiten en precio, también lo hacen en el segmento de lujo por lo que adquirir un auto eléctrico y de alta gama de China, es mucho más asequible que cualquier marca europea, americana o de Asia pacífico.

Y no sólo eso, China además domina la producción de pilas de litio y de semiconductores para autos eléctricos. Ese país, posee una buena cantidad de reservas de los minerales que se requieren para la transición a la llamada electromovilidad, posee una mano de obra barata y competitiva, y se ha consolidado como el mayor exportador de autos eléctricos del mundo.

En otras palabras, la industria automotriz de China está rebasando por la derecha a las automotrices occidentales que por ahora, dependen de los insumos para su cadena de valor provenientes principalmente de ese país debido a que, la velocidad a la que están reconvirtiendo sus líneas de producción para fabricar autos eléctricos, no rebasa los 15 kilómetros por hora.