Sustentabilidad: una responsabilidad compartida

La labor de las mujeres es fundamental, pues actúan como fiel de la balanza en el avance de ese proceso inclusivo que pretende dirigirnos hacia un desarrollo sustentable.

El desafío de transitar hacia un desarrollo económico y social apegado al respeto y cuidado del medio ambiente, es cada vez más apremiante en muchos sentidos. El primero y uno de los más importantes, generar un crecimiento inclusivo.

La inclusión no debe entenderse únicamente como un aspecto de género, que ya de suyo, es un tema particular dentro de espectro del desarrollo inclusivo. En principio, generar un modelo de desarrollo incluyente, abarca a todos los actores de la sociedad, desde instituciones de gobierno, hasta de la iniciativa privada, así como a todos los actores de la sociedad independientemente de su raza, credo, género, posición social y preferencias sexuales.

En ese marco, la labor de las mujeres es fundamental, pues actúan como fiel de la balanza en el avance de ese proceso inclusivo que pretende dirigirnos hacia un desarrollo sustentable, justo y en concordancia con el medio ambiente.

Nuestro tercer listado de “Mujeres Comprometidas con el Medio Ambiente” es un reconocimiento a aquellas mujeres que, desde sus trincheras, trabajan en la cimentación del camino para transitar hacia un desarrollo sostenible y sustentable.

Las mujeres han hecho de este desafío, parte de su trabajo cotidiano, en el que, además, se promueve la igualdad de oportunidades para las mujeres en todos los ámbitos sociales. Por ello, además de su papel en la promoción de la cultura del respeto y preservación del medio ambiente, también vemos su afán por construir un modelo de desarrollo más inclusivo y equitativo.

Su participación se nota ya en muchos ámbitos sociales y ecológicos, por ejemplo, en Naciones Unidas, dos mujeres, Patricia Espinosa y Cristiana Figuerez, han jugado un papel relevante para alcanzar los acuerdos de París, así como los compromisos vinculantes que comprometen a las naciones a seguir y respetar una agenda de desarrollo apegada a los principios de los ODS 2030.

A nivel nacional, Patricia Ruiz Corzo, es una de las ambientalistas más destacadas por su labor en el rescate de la sierra Gorda de Querétaro en dónde no sólo logró rescatar y preservar un área natural protegida, también promueve el desarrollo comunitario a través del trabajo de las mujeres quienes se suman a la tarea de generar recursos económicos mediante actividades productivas, que les significan mayores ingresos para el hogar.

De la misma manera, muchas de las mujeres que aparecen en nuestro listado trabajan desde sus organizaciones, empresas e instituciones para promover el desarrollo de las mujeres en sus comunidades, labor que se traduce en mejoras económicas, calidad de vida, preservación y cuidado ambiental para muchas de las zonas en la que implementan los programas de desarrollo que desde sus organizaciones promueven. Y por supuesto, en el ámbito educativo en el que promueven la educación STEM y la incorporación de más mujeres a esas carreras educativas.

Pero, aunque las mujeres han tomado en sus manos muchos de los pendientes de desarrollo sustentable, el compromiso ambiental, no es un asunto de género, es un tema en el que, el involucramiento de todos los actores es fundamental para lograr los objetivos trazados. Es decir, el desarrollo inclusivo, requiere del compromiso de todos los actores de la sociedad, es una responsabilidad compartida y significa el principio del desarrollo sustentable inclusivo, justo y equitativo.