Uso de dispositivos móviles deterioran calidad visual de lo niños

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Por Ana Lilia Gutiérrez, gerente de Responsabilidad Social y Fundación Devlyn La pandemia por COVID-19 […]

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Por Ana Lilia Gutiérrez, gerente de Responsabilidad Social y Fundación Devlyn

La pandemia por COVID-19 fomentó el uso de dispositivos por los temas de conectividad sin contacto físico; de acuerdo con el National Heart, Lung and Blood Institute, organización americana en temas de salud, para el 2010 los niños y jóvenes de entre 8 y 18 años pasaban en promedio 7.5 horas diarias frente a algún medio de entretenimiento, ya sea televisión, computadora o videojuego; en época de postpandemia los datos nos dicen que las personas menores de 30 años de edad pueden pasar hasta 10 horas al día (o más) mirando una pantalla. En cuanto a los niños y adolescentes se ha incrementado el doble el uso de dispositivos electrónicos a más de 14 horas diarias.

Lo anterior destaca la importancia de buscar iniciativas que ayuden a fomentar una correcta higiene y salud visual ante el uso de los dispositivos que hoy son parte de nuestro día a día ya sea por trabajo o entretenimiento: las pantallas y monitores de computadoras, celulares y tabletas que utilizamos para revisar nuestros correos electrónicos, escuchar música, mirar televisión y jugar videojuegos.

Estar tanto tiempo frente a una pantalla es el principal factor para provocar una disminución considerable en el número de parpadeos; de 3 a 4 veces por minuto, un número muy bajo comparado con el parpadeo normal por minuto, el cual es de 20. Esta ralentización en la velocidad promedio del parpadeo, produce distintas alteraciones oculares que ponen en riesgo nuestra salud visual, tales como ojo seco, fatiga visual, entre otras condiciones.

La película lagrimal, es decir la lágrima, mantiene la humectación de nuestros ojos, elimina de ellos los residuos y cuerpos extraños para protegerlos de distintas infecciones. También contiene ciertas proteínas y químicos que protegen la superficie del ojo de agentes externos como la contaminación. Esta deficiencia en el lagrimal provoca “ojo seco”, esta enfermedad, además de alterar la película lagrimal de nuestros ojos, desarrolla otros problemas en nuestra visión, como el enrojecimiento, visión borrosa, inflamación, sensación de resequedad. 

El ojo seco es una enfermedad que a nivel mundial afecta al 70 por ciento de la población. Siendo los jóvenes la población más afectada, aproximadamente el 60 por ciento; entre las posibles causas del ojo seco en este segmento de la población, se encuentra en el uso prolongado de dispositivos móviles.

La fatiga visual, por su parte, es resultado de la exposición durante varias horas frente a una pantalla sin parpadear, esta prolongada exposición tiende a generar una tensión en los músculos oculares que dificulta el enfoque de la visión en distintas distancias y desencadena una serie de síntomas entre los que se encuentran el lagrimeo, ojos rojos, visión borrosa y dolor de cabeza.

Un estudio elaborado en  2018 en Estados Unidos por el National Institute for Occupational Safety and Health,  informó que el uso prolongado de dispositivos electrónicos en niños tiene relación directa a alteraciones en su desarrollo provocando una mala postura en el cuerpo de los niños, así como el aumento en el riesgo de padecer miopía y fatiga visual. En septiembre de este año, el Europa Press lanzó un comunicado donde señaló que uno de cada cinco niños en edad escolar tiene miopía, un defecto visual cuya prevalencia se ha incrementado 17.8 por ciento en los últimos seis años según el Barómetro de la Miopía en España 2023, realizado por la Fundación Alain Afflelou y la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Y las cifras no son tan distintas a nivel mundial.

Según datos del INEGI, en México el 30 por ciento de la población padece algún problema visual. Fundación Devlyn, a lo largo de 15 años,  se ha enfocado en dar atención y bienestar visual a ese sector de la población que carece de seguridad social y/o servicios médicos o, específicamente, de servicios de optometría. Al cierre de noviembre de este año, la Fundación Devlyn ha atendido a través de jornadas visuales a cerca de 40 mil personas de todo el país.

Estas actividades han dado cifras y datos muy interesantes como, por ejemplo; que el principal padecimiento entre niños y jóvenes de Tampico y sus municipios circundantes Altamira y Cd. Madero, es el astigmatismo e hipermetropía. El astigmatismo es cuando la persona que lo padece tiene visión borrosa tanto en la visión de lejos como de cerca. Visión borrosa o distorsionada, ojos bizcos, dolores de cabeza o sensibilidad a la luz representan algunos de los síntomas comunes para detectarlo. La hipermetropía,  por otro lado, es un defecto refractivo por el que la imagen se enfoca por detrás de la retina y hace que la visión sea borrosa.

En ambos casos hay que poner especial atención a generar mayores cuidados y eliminar malos hábitos en el uso de dispositivos. Una de las recomendaciones es realizar descansos frecuentes; cada 20 minutos, retirar la vista de la pantalla y mirar un objeto alejado al menos 20 segundos. Esto ofrece a los ojos la posibilidad de descansar y enfocar con mayor facilidad.

  • Usar lágrimas artificiales para lubricar los ojos cuando se sienten secos.
  • Mantener una distancia de al menos 30 centímetros o a un brazo de distancia de la pantalla, y colocarla a una altura tal que la vista vaya levemente hacia abajo para mirarla.
  • No permitir que los niños menores de 2 años usen pantallas.
  • Colocar las pantallas de televisión a una distancia adecuada y a la “altura” de nuestros ojos. Otra alternativa muy efectiva, es realizar descansos periódicos, para que nuestros ojos descansen del brillo de ésta.
  • No ver las pantallas en cuartos oscuros y tratar de configurarla con el menor brillo posible.
  • Usar anteojos con filtro de luz azul para proteger del brillo de dispositivos.
  • Visitar a un profesional de la salud visual al menos una vez al año para realizarse un examen optométrico que oriente la situación de la visión de nuestros niños y jóvenes.