Aunque el cambio climático es un tema inminente y hay acciones personales para combatirlo, también es una realidad que las…
Aunque el cambio climático es un tema inminente y hay acciones personales para combatirlo, también es una realidad que las acciones de las empresas son determinantes.
Desde hace décadas se habla de darle batalla al cambio climático, pero detrás, se encuentran las emisiones de gases de efecto invernadero, concretamente el CO2. Si bien hay acciones personales y comunitarias que pueden hacer una diferencia en la disminución de contaminantes, lo cierto es que se requiere de acciones determinantes por parte de las grandes compañías.
Y es que las actividades que las empresas intenten o ya estén implementando para frenar sus impactos ambientales, no pueden esperar más, ya que las emisiones se han multiplicado con consecuencias negativas para el planeta.
Parar el calentamiento global radica en disminuir los gases de efecto invernadero y para lograrlo, la ONU designó el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia del cuidado del ambiente.
Es un hecho que cada vez más empresas se toman en serio su compromiso para alcanzar la neutralidad en carbono. En México, por ejemplo, el Programa Nacional de Auditoría Ambiental, de la Procuraduría Federal de Protección Al Ambiente, está dirigido a analizar la operación de las compañías y sus impactos para mejorar el desempeño ambiental de sus operaciones.
Desde 1992 se puso en marcha y participan más de 3,500 empresas; se han otorgado más de 17,500 certificados. La Auditoría Ambiental, busca hacer más eficientes los procesos productivos reduciendo los consumos de agua, energía y la generación de residuos, y se evalúan los planes de respuesta a emergencias ambientales, disminuyendo la probabilidad de que ocurran accidentes con impactos negativos al ambiente.
En Argentina, el Grupo de Manejo Forestal (GMF), líder en la mitigación del cambio climático, ha trabajado en ofrecer “soluciones” de compensación de emisiones mediante proyectos forestales de fijación de Carbono.
Estos son siete pasos que recomienda para desarrollar una estrategia climática corporativa y así colaborar en la reducción de emisiones:
1.- Marcar objetivos cuantitativos a corto, mediano y largo plazo. Sugiere establecer metas alineadas a nivel mundial para limitar la temperatura a 1.5 grados.
2.- Desarrollar una ruta hacia la descarbonización. Las tareas que se lleven a cabo deben ser realistas y promover la economía circular, preservación de recursos hidráulicos, además de promover la biodiversidad, como mínimo.
3.- Incluir proyecciones financieras de todo el proyecto y demostrar la compatibilidad del negocio con una economía neutra en emisiones.
4.- Realizar una análisis en cada área de la organización, que incluya una descripción de riesgos y escenarios climáticos, así como medidas para la asignación de inversiones futuras.
5.- Elaborar un proceso inclusivo y transparente para revisar y divulgar la descarbonización de la compañía. El plan debe describir la metodología que se utilizará en el desarrollo e implementación.
6.- Realizar evaluaciones periódicas y contar con protocolos para monitorear y reportar los avances del proceso.
7.- Crear una área o comité interno, de evaluación en el desarrollo e implementación correcta de las medidas de reducción de emisiones.
La empresa sugiere también que andar por el camino de la neutralidad de carbono, engloba tres pasos: medir, reducir y compensar la huella de carbono.
