Todas y todos merecemos respirar aire limpio

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Por: Martín Rincón, Director de Operaciones y Sustentabilidad de Bio Pappel Durante los últimos meses, […]

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Por: Martín Rincón, Director de Operaciones y Sustentabilidad de Bio Pappel

Durante los últimos meses, la Ciudad de México ha experimentado un incremento en sus niveles de ozono, dando como resultado que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) emitiera varias contingencias para limitar el uso de vehículos, así como algunas restricciones dentro de la industria manufacturera, con la finalidad de que todas y todos respiremos aire limpio.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el sector del transporte es responsable del 25 por ciento de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya que ciudades como la nuestra tienden a presentar serios problemas de movilidad, muchos de ellos, debido al gran número de viajes particulares que se dan en auto.

Bajo este contexto, el uso de transporte público se presenta como uno de los caminos más viables para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando con esto la calidad del aire que respiramos.

Sin embargo, es fundamental cuestionarnos la responsabilidad del sector privado ante esta problemática, ya que el transporte es parte fundamental de las cadenas de suministro de las materias primas, así como de la logística en la entrega de los productos terminados. Es en este punto que se vuelve prioritario hacer un buen uso de la tecnología, así como de implementar políticas y acciones que jueguen a favor del medio ambiente.

En Bio Pappel, por ejemplo, implementamos un sistema de logística inversa que ha sido reconocido en diversas ocasiones por la SEMARNAT, el cual nos permite realizar la entrega de productos terminados a nuestros clientes, a la vez que recolectamos papel y cartón en desuso para su reciclaje, permitiéndonos optimizar con ello los tiempos de traslado y mejorar nuestra huella ambiental.

Aunado a ello, sustituimos el uso de camiones por furgones de ferrocarril y adaptamos los camiones de nuestra flota con tecnología EURO V, que son mucho más eficientes y amigables con el medio ambiente.

Desde una perspectiva individual y colectiva, los invito a concientizarnos y a ver esta crisis como una oportunidad de apostar, no sólo por el medio ambiente, sino también por nuestra salud. Existen muchas formas en que podemos sumarnos a estos esfuerzos, por ejemplo, disminuyendo en la medida de lo posible el uso de vehículos particulares, priorizando la utilización del transporte público y buscando alternativas más amigables de movilidad, como la caminata o el uso de bicicletas.

Pequeñas acciones pueden significar grandes cambios cuando unimos esfuerzos y transformamos nuestra realidad por la búsqueda de un mejor futuro.