Alemania se moverá con e-fuel
Escrito por verdes |
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Alemania está apostando por los llamados e-fuels como una solución para reducir las emisiones de CO2 en el transporte. Pero, ¿qué son exactamente? Se trata de biocombustibles sintéticos que se producen a partir de energía renovable.
A diferencia de los biocombustibles convencionales, que se obtienen mediante cultivos como la soja o el maíz, los e-fuel se producen a través de un proceso químico que combina hidrógeno y CO2 para crear un combustible líquido. Este CO2 se captura de la atmósfera, lo que significa que el proceso es considerado como una forma de energía renovable y sostenible.
Su producción requiere grandes cantidades de energía renovable, como la solar o la eólica. El hidrógeno necesario para el proceso se puede obtener a partir de la electrólisis, que utiliza la energía renovable para separar el hidrógeno del oxígeno en el agua.
El objetivo es ofrecer una alternativa a los combustibles fósiles en el sector del transporte, especialmente en el caso de los vehículos que no pueden ser electrificados, como los aviones y los barcos de gran tamaño. Además, los e-fuels se pueden mezclar con la gasolina y el diésel para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos convencionales.
Actualmente, la producción de e-fuel es más costosa que la de los combustibles fósiles, lo que significa que el precio al consumidor final es mayor. Sin embargo, los expertos creen que los costos de producción de estos nuevos combustibles disminuirán a medida que se desarrolle la tecnología y se implementen más fuentes de energía renovable.
Una solución alternativa
Alemania se ha fijado como objetivo tener una capacidad de producción de 6.5 millones de toneladas de e-fuel para el año 2030. Sin embargo, algunos críticos cuestionan la viabilidad de este objetivo y sugieren que el enfoque debería estar en la electrificación completa del transporte.
Además de los e-fuel, existen otros biocombustibles que podrían sustituir a la gasolina y al diésel. Por ejemplo, el bioetanol se produce a partir de cultivos como el maíz y la caña de azúcar y se puede mezclar con gasolina convencional para reducir las emisiones de CO2. El biodiésel, por otro lado, se produce a partir de aceites vegetales y se puede mezclar con diésel.
A pesar de sus beneficios ambientales, también hay críticos de los biocombustibles. Algunos cuestionan si su producción podría competir con la producción de alimentos y aumentar el costo de los mismos. Otros argumentan que los biocombustibles no son una solución a largo plazo, ya que siguen dependiendo de recursos limitados y requieren grandes cantidades de tierra y agua para su producción.
Otros jugadores globales
Además de Alemania, hay otros países que están invirtiendo en la producción de e-fuel: Suecia, Dinamarca y Noruega. Estas naciones tienen ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de carbono, por lo que buscan alternativas a los combustibles fósiles convencionales.
En Suecia, la compañía de energía Vattenfall planea construir una planta de producción de e-fuel con capacidad para producir hasta 25,000 toneladas de combustible renovable cada año.
Dinamarca también está invirtiendo en la producción de e-fuel, con la construcción de una planta en Copenhague que se espera que esté en funcionamiento en 2023 y que produzca hasta 10,000 toneladas de e-fuel al año.
Por su parte, Noruega ha establecido objetivos ambiciosos de reducción de emisiones de carbono y se espera que invierta en la producción de e-fuel en el futuro cercano.