Chile, encabeza la minería sostenible en América Latina

Según el informe Minería y Desarrollo Sostenible en América Latina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Chile es el país que más produce cobre en la región, con 28 por cieno del total mundial, y el segundo que más produce litio, con 23 por ciento. Estos minerales son clave para la transición energética y la movilidad eléctrica, por lo que su demanda seguirá creciendo en los próximos años, bajo la premisa de la minería sostenible.

Sin embargo, la extracción de estos recursos también implica un alto consumo de agua y energía, generación de residuos y emisiones, así como una afectación de los territorios y las comunidades locales. Por ello, la minería en Chile enfrenta una creciente presión social y ambiental, que se refleja en las demandas ciudadanas, las regulaciones legales y los estándares internacionales.

En este contexto, Chile ha adoptado una serie de medidas para promover una minería más sostenible, que incluyen la creación de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, que certifica a las empresas mineras que cumplen con buenas prácticas ambientales y sociales.

También ha logrado la implementación de la Política Nacional de Recursos Hídricos, que establece metas de eficiencia hídrica para la minería y fomenta el uso de fuentes no convencionales, como el agua de mar o las aguas servidas. Así como la adhesión al Acuerdo de Escazú, que garantiza el acceso a la información, la participación y la justicia ambiental para las comunidades afectadas por la minería sostenible.

Además ha logrado establecer criterios de sostenibilidad en la licitación del litio, que exige a las empresas que explotan este mineral que contribuyan al desarrollo local, la innovación tecnológica y la mitigación del cambio climático.

Chile como referente

Estas iniciativas sitúan a Chile como un referente en materia de sostenibilidad minera en América Latina, donde otros países como Perú, Colombia o Brasil también enfrentan desafíos similares. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para asegurar que la minería sea compatible con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con el Acuerdo de París sobre el clima.

Algunos de los retos pendientes son fortalecer la gobernabilidad y la transparencia del sector minero, evitando la corrupción, el conflicto de intereses y el incumplimiento de las normas. Así como mejorar la gestión integral de los residuos mineros, buscando su reducción, reutilización y reciclaje, y evitando su contaminación del suelo, el agua y el aire.

Por otra parte hace falta promover la diversificación económica y la generación de empleo local, evitando la dependencia de la minería y favoreciendo el desarrollo de otras actividades productivas. Pero también impulsar la innovación y la investigación en materia de minería verde, aprovechando el potencial del país para desarrollar soluciones tecnológicas que mejoren la eficiencia y la competitividad del sector.

En conclusión, la minería en Chile es un tema que recibe mucha atención pública en comparación con el resto de la región y se centra en el medio ambiente. A nivel de América Latina, Chile es donde más se habla de la sostenibilidad de esta industria. Sin embargo, esto no significa que haya alcanzado un nivel óptimo de desempeño ambiental y social. Por el contrario, implica una mayor responsabilidad y compromiso para seguir avanzando hacia una minería más limpia, inclusiva y responsable.