Costos de la polución ambiental en México

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Por: Fernanda Ramírez, Directora General de Comunicación SPREAD La polución ambiental que se genera en […]

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Por: Fernanda Ramírez, Directora General de Comunicación SPREAD

La polución ambiental que se genera en México es más costosa que la inversión que se hace en educación. Los costos por agotamiento y degradación ambiental representaron 4.1 por ciento del PIB al cierre del 2022, mientras que lo destinado a educación representó 3 por ciento. De acuerdo con las Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM) 2022, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) este diciembre, los Costos Totales por Agotamiento y Degradación Ambiental (CTADA) alcanzaron 1.2 billones de pesos en ese año, siendo la degradación la que tuvo un mayor peso con 1.06 billones de pesos. 

El CEEM se encarga de medir el impacto de la actividad económica y de las actividades humanas en el medio ambiente. Específicamente, la medición hace referencia al costo económico que debe asumir el país para subsanar el deterioro, agotamiento y pérdida de los recursos naturales. No obstante, tanto en el caso del agotamiento y más aún con la pérdida, hay una parte del medio ambiente que no se va a recuperar significando un costo mayor en el futuro. 

Pero la pérdida no es sólo económica o ambiental. Más de 9,300 personas fallecen al año como causa de problemas respiratorios asociados con la mala calidad del aire. En otras palabras, 25 personas al día por respirar aire contaminado. Es precisamente la degradación del aire la que más costó a México durante el 2022. Más de 738 mil millones de pesos (2.5 por ciento del PIB) se debieron destinar el año pasado por este concepto. Es decir, el país aún tiene una deuda pendiente con la sociedad en esta materia. 

Cuando se observa la evolución del CTADA se puede decir que ha habido un estancamiento en los últimos seis años en lo que respecta a lo que cuesta a México la contaminación. En el 2016 el 4.3 por ciento del PIB se debió emplear para pa- liar los efectos de la actividad económica sobre el medio ambiente, mientras que, como ya se mencionó, el 2022 fue de 4.1 por ciento. 

En años previos, como el período 2003- 2009, fue cuando se observó un avance más significativo en la materia al pasar de 6 a 4.7 por ciento del PIB en cuanto al peso de la contaminación sobre la economía del país. Y aunque se vea un estancamiento en las cifras con respecto al PIB, lo cierto es que cada vez nos pesa más por la contaminación, por el crecimiento de la economía. En otras palabras, el año pasado se gastó 20 por ciento más que en el 2003 para sobrellevar el impacto que estamos generando sobre el medio ambiente. 

No se pueden desdeñar los avances que se han hecho en las últimas dos décadas en materia medio ambiental, en especial cuando el gasto público para la protección del mismo (0.5 por ciento del PIB) se encuentra a niveles de naciones como Suiza, Suecia o Dinamarca. Sin embargo, tampoco se puede olvidar que México tiene varias de las ciudades más contaminadas del planeta, por lo que el esfuerzo que se debe hacer es mayor para producir un cambio considerable en las personas y en nuestro mundo. Dicho cambio debe edificarse sobre la prevención, la economía circular y la educación.