Covid irrumpe los avances de los ODS

El 2020 ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la humanidad; la pandemia generada por el Covid-19 tomó por sorpresa a todas las naciones. Ningún país pudo evadir los efectos generados por ésta que, está considera, la mayor crisis sanitaria de la historia.

En el marco de los resultados 2020 sobre los avances de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas; las cifras revelan que el año pasado, se retrocedió hasta una década en el combate a la pobreza; la igualdad y la equidad de género, y la educación, fueron otros dos de los 17 ODS que mayor retroceso tuvieron a causa de la crisis sanitaria.

Las cifras señalan que durante 2020 alrededor de 124 millones de personas en el mundo, se sumaron al cinturón de pobreza y poco más de 255 millones de trabajadores, perdieron su empleo, esto, hablando en términos de empleo formal pues la cifras son mayores si se contabiliza el trabajo informal que es una característica común entre los países en desarrollo o menos desarrollados, escenario que se acentúa en Oriente Medio, África, América Latina y el Caribe.

Los tres objetivos mencionados, son apenas un reflejo del efecto generado por la irrupción de todas las actividades económicas en el mundo, pues se alteraron las cadenas de suministros y en algunas regiones, quedaron completamente dislocados los eslabones productivos y de comercio afectando casi en su totalidad, la actividad económica mundial.

Hacia el próximo año, el panorama no es muy alentador, pues aunque el esfuerzo de los países para producir y aplicar el mayor número de vacunas ha sido importante, debemos tomar en cuenta que las campañas de vacunación avanzan de manera muy dispar entre los países desarrollados y las naciones más pobres.

Al respecto, el informe de los ODS 2020, revela que mientras en los países de Europa se aplican vacunas a 10 de cada 100 personas, en África y las naciones más pobres, la proporción es de 2 personas vacunadas por cada 100 habitantes en promedio.

El paro económico también obligo a los gobiernos a endeudarse; en la mayoría de los casos, con el objetivo de otorgar ayudas económicas a los millones de trabajadores que perdieron su empleo debido al cierre de empresas ocasionado por los efectos de la pandemia. Este panorama, genera una presión adicional en los objetivos 1 y 2, que son impactados por el fuerte retroceso que presenta el ODS número 8.

Educación y equidad e igualdad de género son los otros dos objetivos con retrocesos importantes; el primero, resintió el impacto afectando a millones de niños y jóvenes que vieron interrumpido su proceso de formación educativo a causa del confinamiento que obligó al cierre de escuelas. En cuanto a equidad, el encierro disparó en muchos países la violencia contra las mujeres, mientras que, en otros casos, la orfandad provocada por el Covid está dejando a millones de niñas en la indefensión y ante probabilidad de casarse antes de cumplir la mayoría de edad, situación que se acentuaría en los países más pobres y aumentará la inequidad de género.

Sin embargo uno de los principales obstáculos al que se están enfrentando las naciones para lograr dar seguimiento al desempeño de los 17 ODS, es la falta de información y recopilación de datos, uno más de los efectos de la pandemia, pues la súbita aparición del Covid no sólo interrumpió las actividades productivas, también suspendió y altero las actividades del sector público y puso aprueba sus estructuras de recopilación de datos y servicios.

En ese sentido, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres señaló que se requerirá de creatividad e innovación de datos para restablecer los sistemas de recopilación de información y estadísticas que permitan medir y dar seguimiento al desempeño de los ODS en cada uno de los países miembro, una vez superada la pandemia.

México y sus ODS

Para México como el resto de los países de América Latina, la pandemia se sumo como un reto más para superar la lista de rezagos sociales y económicos que ya estaban presentes desde antes de la crisis sanitaria. Ese contexto significaba ya un escenario adverso para cumplir los objetivos de la Agenda 2030 en la región.

Entre los problemas más agudos destacan la desigualdad social, la poca diversidad productiva, así como rezagos estructurales que hacen difícil garantizar el pleno respeto de los derechos humanos y el estado de derecho.

México enfrente en este marco un importante desafío que le demanda implementar las medidas necesarias para impulsar el crecimiento económico, garantizar la equidad e inclusión social y establecer los cimientos de un programa para recuperar el crecimiento de manera sostenible una vez superada la pandemia.

Sin duda, México tiene retos importantes en materia de crecimiento económico, generación de empleos de calidad y bien remunerados y el impulso a la industria y la innovación productiva.

No obstante, parte de sus desafíos más importantes, están en la reducción de las desigualdades, combate a la pobreza, superar el rezago educativo y seguir impulsando la equidad e inclusión en una sociedad en la que todavía se debe trabajar arduamente para alcanzar los objetivos y compromisos en la materia.

Finalmente, México deberá como otros tantos países, fortalecer su infraestructura de servicios de salud pública, pues además de garantizar la cobertura a la mayoría de la población, requerirá dotar de los recursos necesarios a los servicios de salud para seguir atendiendo las enfermedades de mayor prevalencia en México, una tarea que ya agobia al país previo a la pandemia, y al mismo tiempo, continuar atendiendo y dando seguimiento al SARS Cov 2, una enfermedad que llego para quedarse.

La era post Covid

Tanto el 2020 y 2021 serán años marcados por la pandemia del Covid-19, situación que posiblemente se extienda hasta buena parte del siguiente año; esto plantea diversos retos para alcanzar las metas y cumplir los ODS hacia el 2030 y junto con ello, la capacidad de los países para reinventarse y adaptarse a una nueva realidad pues la crisis sanitaria habrá dejando importantes cambios y transformaciones.

En ese sentido, los objetivos que más relevancia están cobrando son los relacionados con el medio ambiente, pues comienza a ser prioridad trabajar en ellos para alcanzar las metas que los objetivos 7, 11,12, 13,14 y 15 de acuerdo con los criterios de la agenda de la ONU.

De esta manera, empresas, gobiernos y organismo de la sociedad civil, comienzan a tomar con mucha más seriedad y compromiso acciones y tareas encaminadas a la reducción de las emisiones de carbono como una de las medidas más apremiantes en este momento. Para ello, los principales actores de la sociedad, comienzan a modificar tanto sus procesos de producción como a incentivar la innovación y desarrollo tecnológico para desarrollar soluciones que permitan aprovechar y gestionar de forma eficiente los recursos naturales disponibles.

Dimensionar el impacto de las actividades humanas en la naturaleza, es uno de los aprendizajes que ha dejado el confinamiento, por lo que temas como economía circular, crecimiento responsable, desarrollo sostenible, descarbonización de las economías y medición de la huella de carbono entre otros, están cobrando mayor importancia, además de que, comienzan a ser parte del lenguaje y cultura tanto tanto de las empresas, sus colaboradores y la población en general.

Sin duda, 2020 dejo grandes retos, algunos de ellos se agudizaron aún más, pero también ha dejado importantes aprendizajes que deberán servir como base para reconstruir nuevamente los avances perdidos en los ODS a causa de la pandemia.

Este segundo informe sobre los avances de las empresas en sus compromisos con los ODS, es apenas un muestra del compromiso sociales de la iniciativa privada, pero también de su papel como ente transformador en el que sus tareas, tenderán a complementarse con la colaboración y compromisos de gobiernos y demás actores sociales. Dicho esto, los invitamos a dar seguimiento a este tipo de esfuerzos y a reconocer la labor que, desde la empresa ,se ejecutan para transitar hacia un desarrollo sostenible.