Desafíos del agua: Infraestructura, sequías y crimen organizado

Hugo Salvatierra

Escrito por Hugo Salvatierra |

La gestión del agua enfrenta múltiples problemáticas, que van desde la falta de infraestructura hasta […]

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La gestión del agua enfrenta múltiples problemáticas, que van desde la falta de infraestructura hasta la presencia del crimen organizado, asegura Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua

México deberá poner al centro de la discusión los problemas relacionados con el agua, en primera instancia porque si el ser humano no la bebe sólo puede sobrevivir unos cuantos días y, en segunda, porque es un catalizador del desarrollo económico del país, lo mismo para la agricultura que para la ganadería, la alimentación, la minería o los sectores energético y tecnológico.

“Por eso debe haber políticas claras, debe haber una visión de largo plazo, certeza jurídica y, sobre todo, una importancia, una prioridad a la gestión del agua de nuestro país en un mediano y largo plazo”, asegura Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua. 

Este tema tiene que estar presente en la sociedad y los gobiernos en todo momento, no sólo en momentos como los que vivimos hace algunos meses, en los que se hablaba de la llegada del llamado “día cero”, en el que supuestamente la Ciudad de México se quedaría sin agua.

Por fortuna, actualmente la situación es menos complicada, por ejemplo, las tres principales presas del Sistema Cutzamala (El Bosque, Villa Victoria y Valle de Bravo) superaron el 65 por ciento de su capacidad a mediados de octubre. A esto hay que agregar que las 210 presas más grandes del país superaron el 60 por ciento de su capacidad a principios del mes pasado. 

“Ahorita mucha gente no está pensando en la sequía, porque lo que sobra es agua, afortunadamente, pero esto es cíclico, esto se va a acabar en unas semanas más y, entonces, viene el fenómeno del niño, viene el tema del calentamiento de las aguas del sur, el calentamiento del planeta, y nos va a pasar lo que nos ha venido sucediendo: venimos de sequías de dos o tres años”, enfatiza Márquez. 

Y deja claro que cada vez el clima es más impredecible. “Pero lo que sí sabemos es que puede venir una sequía muy prolongada y tenemos que estar preparados para ello”, advierte, en entrevista.

Entre fugas y crimen

De acuerdo con el Consejo Consultivo del Agua, 76 por ciento del consumo del agua en México corresponde al sector primario (la agricultura), seguido del 14 por ciento del sector público urbano (servicio doméstico), del 5 por ciento de la generación de energía eléctrica, excluyendo las hidroeléctricas, y de 5 por ciento de la industria autoabastecida, a través de concesiones.

Todos estos sectores tienen su problemática, pero, en el caso del doméstico, a nivel nacional se pierde el 40 por ciento del líquido en fugas de los sistemas de conducción, de acuerdo con estimaciones del Consejo y sus aliados. Incluso, en lugares como el Valle de México la cifra aumenta a 50 por ciento.

“El problema es simplemente por la obsolescencia y la infraestructura antiquísima, pero no hay quién invierta por la falta de recursos”, indica Márquez. Y deja claro que es muy importante invertir en tecnología, por ejemplo, para captar agua de lluvia, para tecnificar el riego en la agricultura o para reparar esas fugas sin necesidad de excavar y sacar la tubería, pues ya hay robots subterráneos que pueden llevar a cabo esas acciones.

De acuerdo con cálculos del Consejo, si se invirtiera en tecnificación del riego y en reparación de fugas se recuperaría 30 por ciento del líquido. Sin embargo, en la mayoría de los casos el presupuesto gubernamental no es suficiente. Ante la ausencia o la falta de recursos, el organismo que preside Márquez propone que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum acepte la coinversión privada, como ocurre en países desarrollados. Y, como ejemplo, menciona la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Atotonilco, en Hidalgo, la cual tiene inversión público-privada.

De acuerdo con el especialista, también se necesita certeza jurídica en los temas relacionados con el agua necesaria para la industria, claro, teniendo muy claro que la prioridad es el consumo doméstico. Finalmente, los gobiernos deben poner un freno a la delincuencia, que ya alcanzó a este recurso, como en el caso del llamado “huachicol de agua”, que consiste en perforar un pozo o extraer el líquido de manera ilegal de un manantial o de alguna otra fuente sin pagar por ella, para luego venderla.

“Y, por otro lado, debo decirte que ya se han dado casos, sobre todo en el norte del país, de que el crimen organizado ya está controlando esos valores o esos servicios del agua en muchos de los municipios, porque tiene un valor importante”, denuncia Márquez.