Desaparecer subsidios y desigualdades para reducir las emisiones de CO2
Escrito por verdes |
El informe “Desarrollo de Desintoxicación: reutilización de los subsidios perjudiciales para el medio ambiente” elaborado […]
El informe “Desarrollo de Desintoxicación: reutilización de los subsidios perjudiciales para el medio ambiente” elaborado por el Banco Mundial, revela que, en conjunto, todos los países del mundo, destinaron alrededor de 577 mil millones de dólares durante 2021 para reducir “artificialmente” los precios de los combustibles como el petróleo, el gas y el carbón.
De acuerdo con el organismo, al subvaluar los combustibles fósiles, los gobiernos no solo incentivan el uso excesivo, sino que también prolongan el uso de tecnologías contaminantes y afianzan la desigualdad.
El informe señala que, al aumentar los precios de los combustibles fósiles, junto con la desincentivación de los subsidios, se podría reducir el uso de combustibles contaminantes, aunque reconoce el organismo, la efectividad de esta medida, puede ser limitada.
Y es que justo a la par de la divulgación del informe del Banco Mundial, la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), anunciaron el que será el segundo recorte de producción de petróleo en lo que va de 2023. La medida, busca estabilizar los precios en los mercados internacionales en un contexto en el que la guerra en Ucrania, sigue siendo en este momento, uno de los principales factores de la desestabilización de los mercados energéticos en el mundo
Para el Banco Mundial, un aumento promedio del 10 por ciento en el precio unitario de la energía daría como resultado una reducción a corto plazo del consumo de energías fósiles del 2 por ciento. Esto significaría que la demanda de energía aumentaría lentamente, especialmente cuando las energías limpias no están disponibles o no son asequibles para todos.
El organismo asegura que, modificar la política de subsidios a los combustibles fósiles, favorecería más a los países pobres; el reporte indica que en casi todos los países, los hogares más ricos consumen más energía que los más pobres, por lo tanto, éstos son quienes pierden más cuando se eliminan los subsidios.
De acuerdo con el “Informe Sobre la Desigualdad Global 2022” elaborado por el World Inequality Lab los países con mayor concentración del capital y la riqueza, contribuyen con el 50 por ciento de las emisiones globales de CO2, siendo la región de Norte América la que mayores emisiones per cápita genera a la atmósfera con el 73 por ciento.
El reporte del Banco Mundial, señala que la reducción y eliminación de los subsidios a los precios de las energías fósiles, podrían reducir la contaminación y salvar hasta 360 mil vidas de aquí al año 2035 en los 25 países con los más altos niveles de contaminación y subsidios. Sin embargo, para alcanzar las metas, será importante garantizar la disponibilidad y asequibilidad de tecnologías limpias, abordar las limitaciones de información y capacidad de repuesta de las naciones, pues es importante no perder de vista que, desincentivar el otorgamiento de subsidios, depende del contexto y realidad de cada país.