El conflicto por el maíz transgénico

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La disputa comercial entre Estados Unidos y México en torno al maíz transgénico crece. El […]

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La disputa comercial entre Estados Unidos y México en torno al maíz transgénico crece. El presidente Joe Biden aseguró recientemente que tomará medidas para impugnar la prohibición de México de importar maíz genéticamente modificado.

Al respecto, Estados Unidos considera que las limitaciones implementadas por decreto en México no se basan en la ciencia. Por cierto, sólo afectan al consumo humano de maíz transgénico. 

En 2022, México importó maíz estadounidense por un valor de casi 6,000 millones de dólares. Se trata del segundo mayor mercado para el maíz de Estados Unidos, detrás de China.

“Las políticas de México amenazan con interrumpir un comercio agrícola de miles de millones de dólares. Van en contra de las innovaciones necesarias para abordar la crisis climática y los desafíos de seguridad alimentaria”, indicó la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai. 

Consultas técnicas

Las consultas técnicas solicitadas por Estados Unidos a México son el primer paso de un proceso que podría llegar a una demanda formal. 

Las partes deben reunirse próximamente para discutir el asunto. Si no se logra un acuerdo, Estados Unidos puede buscar una resolución por separado bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que incluye a México y Canadá.

Si eso fracasara también, Estados Unidos podría aplicar multas aduaneras a productos mexicanos. 

En Estados Unidos, la Asociación Nacional de Productores de Maíz describió la inminente prohibición de importación de maíz transgénico como “catastrófica”, asegurando que el producto es seguro para el consumo humano. 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, justificó la prohibición para consumo humano, asegurando que existen riesgos para la salud y que “el tema va más allá de intereses individuales, grupales o económicos”.

Sí para los animales

Cabe señalar que México ha hecho ajustes a un decreto anterior, de 2020, con lo que ha ido relajando las restricciones a la importación de maíz transgénico

Como consecuencia, ya permite las importaciones de maíz genéticamente modificado para alimentación animal y usos industriales, pero no para consumo humano. 

El nuevo decreto se limita estrictamente al maíz. No afecta a otros cultivos, como la colza, el algodón o la soja. Sin embargo, incluye una disminución sobre el uso de glifosato. 

Así mismo, establece un período de transición para la implementación de las medidas previstas hasta el 31 de marzo de 2024.

Estados Unidos ha señalado que eso no es suficiente. Y es que cerca del 90 por ciento del maíz cultivado en ese país está modificado genéticamente y es resistente a herbicidas e insectos. 

Por otro lado, quienes están a favor de la prohibición de México temen que la introducción de maíz transgénico pueda poner en peligro a las especies nativas. 

En su momento, la Secretaría de Economía reiteró que el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador busca “asegurar que las tortillas mexicanas sean producidas con maíz nativo para garantizar la preservación de la diversidad biológica de más de 64 variedades de maíz, de las cuales 59 son endémicas”.