El fenómeno de la basuraleza y la importancia de la circularidad
Escrito por verdes |
Ante la grave amenaza que constituye el ‘littering’ y la basuraleza, muchas personas en el mundo se reúnen y convocan jornadas de limpieza.
Las actividades humanas han alterado los ciclos de la vida de los ecosistemas, afectando la supervivencia de la fauna hasta el límite que expertos denominan catástrofe ambiental. Y es que los residuos que generan las personas, tales como envolturas, latas, piezas de plástico, toallas desechables, vidrio y colillas de cigarro, son los más encontrados, aunque se suman televisiones, colchones, ropa, otros electrónicos y recientemente con la pandemia, cubrebocas y guantes. A todo este cúmulo de basura que termina mezclada con la naturaleza se le ha llamado basuraleza.
“Estos nuevos residuos, además de los ya habituales, suponen una doble amenaza: por un lado perjudican gravemente los ecosistemas naturales y repercuten de forma directa e indirecta en su fauna y su flora, y por otro agrava también la calidad de vida de las personas al generar una contaminación que llega al ser humano a través del agua, de la comida o del aire”, comentó en una rueda de prensa el Director de SEO/Birdlife, Miguel López.
Pero la basuraleza tiene un terrible aliado llamado ‘littering’, que hace alusión al hecho deliberado de depositar basura o cualquier otro resto en un espacio inapropiado. Las playas son las zonas más afectadas por el ‘littering’, pues muchos individuos olvidan o deciden abandonar sus desperdicios en la arena, sin considerar el peligro que supone para el entorno y para las especies marinas.
Ante la grave amenaza que constituye el ‘littering’ y la basuraleza, muchas personas alrededor del mundo se reúnen y convocan jornadas de limpieza. Uno de los ejemplos de estas acciones es el ‘1m2 contra la basuraleza’ en Madrid, un proyecto que pretende crear conciencia en los humanos sobre la crisis ambiental que implica que arrojen su basura a los medios naturales.
El proyecto Libera, que encabeza la organización SEO/Birdlife tiene tres pilares que se pueden emular al apadrinar un espacio natural y comenzar a pensar en la circularidad: conocimiento, prevención y valoración.
1. Actividades de mejora de la calidad de los espacios a través de la recuperación y mejora ambiental de un espacio no urbano con un alto valor ecológico.
2. Investigación y seguimiento de los aspectos concretos de la diversidad natural que contribuyan a mejorar el conocimiento que se tiene sobre el entorno.
3. Sensibilización y educación con la población local para difundir el valor de los espacios naturales y mejorar en su cuidado y conservación.
Estos activistas medioambientales también indican que además de las actividades colaborativas ciudadanas para liberar la naturaleza de residuos abandonados, es fundamental la sensibilización de la sociedad en esta materia.
Estamos frente a un problema ecológico de primer orden que tenemos que atajar, no solamente in situ, sino también desde dónde se origina, que son nuestras decisiones de consumo.
Transformar la cultura desechable, concientizar desde edades tempranas es fundamental si se quiere detener la indiferencia en temas ambientales. La cultura desechable debe trascender a la circularidad, al análisis del impacto en los demás, a la empatía y al cuidado del mundo de todos.