El material particulado (PM) y su influencia en el clima
Escrito por verdes |
El material particulado es una mezcla suspendida en el aire a través de partículas sólidas […]
El material particulado es una mezcla suspendida en el aire a través de partículas sólidas y líquidas, orgánicas e inorgánicas y tienen un impacto en la atmósfera.
El calentamiento global ha traído consigo el aumento de los extremos climáticos. Se le conoce de esa forma a los fenómenos meteorológicos que tienen intensidades severas o inusuales. Éstos, se presenta como lluvias demasiado intensas y olas de calor o frío.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT) determinaron que esto puede estar propiciado por determinadas partículas que se encuentran en la atmósfera, lo que denominan como material particulado. Esto genera la llamada contaminación por partículas, ya que altera la composición natural del aire.
La mezcla, suspendida en el aire, de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánicas es lo que se nombra como material particulado (PM, por sus siglas en inglés). Entre los componentes se pueden encontrar sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro sódico, carbón, polvo de minerales, cenizas metálicas y agua.
Se dividen de acuerdo a su tamaño. Las más grandes son las PM10, las cuales tienen un tamaño de 10 micrómetros, estas son referentes en cuanto a la calidad del aire. Las más pequeñas son las PM2.5 que cuentan con un diámetro de 2.5 micrómetros. Para tener una referencia de las dimensiones de las partículas, un cabello en promedio tiene 70 micrómetros de diámetro, por lo que es entre 28 y 7 veces el tamaño del material particulado.
Puede haber una alteración en las lluvias derivada del material particulado, ya que estas no son funcionales como núcleos de condensación de nubes. Se forman gotas demasiado pequeñas, por lo que el agua no puede vencer la resistencia al aire y eso da como resultado que la lluvia no caiga. Posteriormente, esta caerá de forma torrencial, según explicaron investigadores del KIT.
Los investigadores del Instituto de Investigación Independiente Airborne Research Australia (ARA) y del KIT determinaron que, en Europa, Asia, América Central y Australia hay alteraciones en los patrones climáticos en los últimos 20 años. Esto, provocado por el aumento de las partículas en la atmósfera, se estima que incrementó la cantidad unas 25 veces en los últimos 50 años.
Actualmente, el modelo utilizado para la predicción del clima se basa en la obtención de información a partir de satélites en las órbitas polares y geoestacionarias que cuentan con muchos sensores en el cielo, mar y tierra. De ahí se hacen cálculos en computadoras muy potentes, para finalmente ser interpretados por los humanos.
Miles de millones se han invertido para mejorar la predicción del tiempo, pero no se ha avanzado mucho en ello, según investigadores de la Oficina Meteorológica de Reino Unido. Sin embargo, el material particulado puede ayudar a aumentar la precisión con la que se pronostican los extremos climáticos. Tomando en cuenta la información del PM, se podrían alertar de mejor manera a los pobladores y unidades de rescate ante una posible catástrofe natural.
El material particulado también tiene efectos en la salud. Por su tamaño, las PM10 pueden entrar a los pulmones o al torrente sanguíneo y las PM2.5 son una causa de visibilidad reducida. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) se encarga de regular las emisiones contaminantes, entre los que se encuentran estas partículas, pues estas provienen de dos fuentes, humanas y naturales. Las primeras son las centrales eléctricas, automóviles y ciertas industrias, mientras que las segundas son el polvo generado por tormentas y erupciones volcánicas, principalmente.