ESG: cadena de responsabilidades empresariales

Probablemente, como nunca antes, estos tiempos demandan mayores habilidades de adaptación y ajustes en casi todos los renglones de la sociedad. Por ejemplo, el factor económico atraviesa por un proceso de incertidumbre ante el reacomodo del contexto del comercio mundial; en el aspecto social, las naciones cada vez hablan más de la necesidad de revertir las desigualdades, mientras que, en el aspecto medioambiental, este año en particular hay una serie de desafíos que podrían desestabilizar los dos aspectos anteriores y llevarnos a una crisis sistémica.

El sector empresarial y de los negocios no está exento de estas tendencias que en el mundo corporativo están resumidas en los principios Medioambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Para algunos, esto es una oportunidad de evolucionar en los fundamentos para hacer negocios, mientras que, para otros, puede significar un reto a la hora de adoptar este tipo de prácticas dentro de sus organizaciones.

A nivel global, los mercados financieros parecen ser quienes están señalando la ruta para avanzar en estos criterios que, para el mundo corporativo, serán la ruta a seguir para la adquisición de financiamiento.

Lo cierto es que aún hay mucho trabajo por hacer en este sentido y en el caso particular de las empresas, intuir que los principios ESG son sólo un manual de requerimientos será una equivocación, pues se entiende que en realidad deben concebirse como una forma de rehacer las cosas y de apegarse a una nueva manera de concebir los negocios.

Nuestro cuarto Informe de Empresas ESG adiciona un listado que nos arroja luz sobre las prioridades de cada negocio en la materia. Estas organizaciones son un complemento de la lista de compañías que, de acuerdo con la Bolsa Mexicana de Valores, son las firmas mexicanas que cumplen con los estándares de sostenibilidad en el mercado de valores.

En nuestra entrevista de portada hablamos con Irma Acosta, directora de Negocios Responsables y Sustentabilidad de BBVA México, una de las líderes ESG que no sólo enfoca su plan de trabajo dentro de la empresa para la que labora, sino que también mira hacia afuera como parte de sus estrategias, con la finalidad de fortalecer a otras corporaciones en la comprensión y adopción de estas prácticas, que pretenden generar un entorno más responsable para hacer negocios.

ESG no es una moda, ni tampoco una práctica únicamente corporativa, sino una forma distinta de hacer y de mirar los negocios. Y en el futuro inmediato, la interrelación entre las grandes corporaciones y sus cadenas de proveeduría, quienes también deberán asumir dichas prácticas, buscarán definir la nueva forma de hacer negocios y la nueva cultural de las empresas, que deberán ser más responsables y sostenibles.