Insuficiencia renal e infección urinaria, el impacto del calor en la salud

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

El calor extremo es un fenómeno que no solo afecta el medio ambiente, sino también […]

El calor extremo es un fenómeno que no solo afecta el medio ambiente, sino también la salud pública. Un estudio reciente ha puesto de manifiesto la relación directa entre las olas de calor y un incremento significativo en las hospitalizaciones por diversas afecciones médicas.

Este análisis exhaustivo, que contempló más de 11.2 millones de ingresos hospitalarios, revela que las personas mayores de 85 años y los niños menores de un año son especialmente vulnerables a las complicaciones de salud relacionadas con el calor.

Los trastornos metabólicos y la obesidad son las condiciones que más se exacerban con las altas temperaturas, con un aumento del 97.8 por ciento en las hospitalizaciones durante los episodios de calor. La insuficiencia renal y las infecciones del tracto urinario también muestran un incremento considerable, con un 77.7 por ciento y un 74.6 por ciento respectivamente. Estas cifras son un llamado de atención sobre la necesidad de políticas de salud pública que consideren las olas de calor como un factor de riesgo serio para la población.

El estudio, llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona y el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia (Inserm), no solo se centró en las hospitalizaciones, sino también en el análisis de las temperaturas medias diarias, la humedad relativa y las concentraciones de contaminantes atmosféricos. Los resultados indican que, si bien la humedad relativa no parece influir significativamente en las hospitalizaciones durante los días de calor, la contaminación atmosférica sí incrementa las probabilidades de ingresos por trastornos metabólicos y obesidad, así como por diabetes.

Calor afecta la salud

Estos hallazgos son cruciales para comprender mejor cómo el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos pueden afectar la salud humana. Las olas de calor no son solo un inconveniente temporal; tienen implicaciones a largo plazo en la calidad de vida y la mortalidad de las personas. Por ello, es imperativo que las autoridades sanitarias implementen medidas preventivas y de respuesta rápida durante estos eventos climáticos para proteger a los grupos más susceptibles.

La prevención puede incluir la creación de espacios públicos refrigerados, campañas de concienciación sobre la hidratación y el cuidado personal durante las olas de calor, y la monitorización de las condiciones de salud de las personas en riesgo. Además, es fundamental que los sistemas de salud estén preparados para responder al aumento de la demanda de servicios durante estos períodos.

El estudio subraya la importancia de una visión integral de la salud que incluya el impacto del clima. A medida que el mundo enfrenta desafíos climáticos cada vez mayores, es esencial que la salud pública se adapte y evolucione para proteger a las poblaciones vulnerables. La colaboración entre meteorólogos, profesionales de la salud y responsables políticos será clave para mitigar los efectos del calor en la salud y garantizar el bienestar de todos.