La importancia de las alertas ante la llegada del sargazo

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Fue en el verano de 2013 cuando se reportó la llegada atípica de sargazo en […]

Fue en el verano de 2013 cuando se reportó la llegada atípica de sargazo en el Caribe Mexicano. Esporádicamente siguió apareciendo los meses posteriores, pero a finales de 2014 y durante 2015, ya era constante su presencia en las playas.

Se trata de microalgas marinas pardas que flotan en la superficie del océano y sirven como hábitat para diversas especies, pues proporcionan alimento, refugio y sombra a tortugas, peces, cangrejos y camarones.

Al intentar conocer las razones por las que se dio su arribo, expertos mencionan múltiples factores como el aumento de la temperatura del mar y sus corrientes, elevación de nutrientes y por fuertes vientos. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), una de las causas de este fenómeno es el desprendimiento de fragmentos de esta especie de una región del océano Atlántico septentrional.

La presencia del sargazo parece inofensiva, sin embargo, hay alarmas y preocupación a su alrededor. La NASA, por ejemplo, publicó imágenes satelitales donde se observan grandes manchones que se localizan en el Océano Atlántico con destino a Quintana Roo.

Cada día un aproximado de entre 50 y 90 toneladas, es decir, dos kilómetros de playas públicas, son limpiadas diariamente, indicó el director general de Servicios Públicos de Puerto Morelos. Incluso existe la Red de Monitoreo de Sargazo en Quintana Roo, que a finales del año 2021 señaló insólitos grados de afectación en 80 playas de Tulum a Lázaro Cárdenas y en 25 había exceso de algas; en 19 era abundante y en 4 era moderado. Playas como Akumal y Tulum están saturadas y Solidaridad resultó ser el municipio más afectado.

Ante los focos rojos que significan las afluencias masivas de las algas, es vital señalar que además del daño ambiental, también existe un descalabro económico, por lo que la UNAM, tuvo la inquietud de crear pronósticos de largo plazo que funcionen para establecer alertas tempranas y poder reaccionar ante el impacto ecológico, el turismo y la recolección del propio sargazo.

Mediante modelos numéricos que explicarían los factores físicos que modulan la llegada del sargazo a las costas mexicanas, científicos buscan recopilar datos que ayuden a la formación de una alerta temprana, algo muy parecido a las que predicen los sismos.

Las corrientes oceánicas son simuladas en el programa de estudio y se utilizan herramientas que ‘liberan’ sargazo en las zonas donde se observa, a partir de imágenes satelitales. Estas partículas se van moviendo de acuerdo a la velocidad del viento y la corriente.

El trabajo de los expertos es muy puntual, pues han podido determinar a partir de diversos escenarios del viento, hasta dónde llega, las zonas de acumulación, tiempos de arribo, trayectorias, cuántas partículas se desplazan y las zonas de conectividad, aunque aún faltan aspectos a considerar.

Hay otras áreas involucradas como el Laboratorio de Ingeniería y Procesos Costeros de la Unidad Académica Sisal, del Instituto de Ingeniería, y cuenta también con un sistema de videomonitoreo de la zona costera. Una estación se ubica en la unidad académica Sisal, y la otra en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, en Puerto Morelos, Quintana Roo; ambas de la UNAM. En ellas se obtienen imágenes que permiten observar el arribo de sargazo, el cambio de la línea de costa, las barras de arena, el movimiento de las dunas costeras, entre otros.

Sin embargo, los especialistas insisten en que se requiere de sinergias entre gobiernos, sector privado y organizaciones no gubernamentales para impulsar proyectos como las alertas tempranas que necesitan seguirse estudiando no sólo a nivel nacional sino internacionalmente, pues el fenómeno afecta a varios países como de Centroamérica, Estados Unidos, Brasil y México.