La inflación en Estados Unidos se aceleró en agosto de 2023, impulsada por el aumento de los precios de la…
La inflación en Estados Unidos se aceleró en agosto de 2023, impulsada por el aumento de los precios de la gasolina y otros productos energéticos, según el informe del Departamento de Trabajo. El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0.6 por ciento mensual y 5.8 por ciento anual, el mayor nivel desde junio de 2021. La inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles como los alimentos y la energía, se moderó ligeramente, al situarse en 0.3 por ciento mensual y 4.2 por ciento anual.
El repunte de la inflación se debe principalmente al encarecimiento de la gasolina, que subió 4.9 por ciento en agosto y 42.7 por ciento en el último año con lo que su costo alcanza los 4 dólares por galón. El precio de la gasolina ha aumentado 28 centavos en el último mes y 32 centavos desde el 4 de julio, como consecuencia del encarecimiento del petróleo provocado por la reducción del suministro por parte de Rusia y Arabia Saudita, así como el calor extremo que ha dejado fuera de juego a algunas refinerías estadounidenses.
Otros productos energéticos también registraron aumentos significativos, como el gas natural (3.8 por ciento) y la electricidad (1.2 por ciento). Estos incrementos reflejan la mayor demanda de combustibles por la recuperación económica tras la pandemia y los problemas de suministro derivados de las tensiones geopolíticas y los desastres naturales.
La inflación también afectó a otros sectores, como el transporte (1.5 por ciento), la vivienda (0.4 por ciento), la salud (0.3 por ciento) y la educación (0.2 por ciento). Sin embargo, algunos bienes y servicios experimentaron descensos o estabilidad de precios, como la ropa (-0.4 por ciento), los muebles (-0.1 por ciento), las comunicaciones (0 por ciento) y el ocio (0 por ciento).
Los analistas estiman que la inflación se mantenga elevada en los próximos meses, debido a la persistencia de los factores que la impulsan. No obstante, también prevén que se moderará gradualmente a medida que se resuelvan los problemas de oferta y demanda.
Uno de los factores que influye en la alta inflación es el efecto base, que consiste en comparar los precios actuales con los precios muy bajos que hubo durante los meses más afectados por la crisis sanitaria. A medida que este efecto se disipe, la inflación interanual deberá bajar. El objetivo de inflación de la Reserva Federal es del 2 por ciento, pero el banco central ha señalado que tolerará una inflación transitoria por encima de ese nivel mientras se consolida la recuperación del mercado laboral.