Prohibición del maíz transgénico será elevado a rango constitucional

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reafirmado que la prohibición del maíz transgénico será […]

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reafirmado que la prohibición del maíz transgénico será elevada a rango constitucional, una medida que busca proteger la biodiversidad, la salud y la autosuficiencia alimentaria del país. Esta propuesta se encuentra en revisión en la Cámara de Diputados como parte de un paquete de reformas impulsadas inicialmente por la administración de Andrés Manuel López Obrador.

El decreto original, emitido en 2023, prohíbe el uso de maíz transgénico en la producción de tortillas y masa, así como el uso de glifosato. Aunque el maíz blanco nacional está protegido debido a la autosuficiencia en su producción, México importa anualmente más de 18 millones de toneladas de maíz amarillo, principalmente para alimentación animal, lo que ha generado tensiones comerciales, especialmente con Estados Unidos y Canadá, bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El panel de controversias del T-MEC se encuentra en desarrollo y podría resultar desfavorable para México, según declaraciones recientes del secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Sin embargo, el gobierno mexicano mantiene su postura, priorizando la conservación de las variedades genéticas nativas de maíz.

Argumentos a favor de la reforma constitucional

  1. Protección de la Biodiversidad: Sheinbaum ha destacado que México es cuna del maíz y tiene una obligación histórica y cultural de preservar su diversidad genética, evitando la dependencia de semillas transgénicas que podrían poner en riesgo esta riqueza.
  2. Salud Pública: Aunque existen debates sobre los efectos de los organismos genéticamente modificados (OGM), el gobierno argumenta que su consumo podría generar riesgos para la salud, además de comprometer la sostenibilidad agrícola.
  3. Resiliencia Económica: La prohibición busca garantizar que los agricultores no dependan de proveedores de semillas transgénicas, protegiendo la soberanía alimentaria del país.

Esta medida ha generado controversias internacionales. Tanto Estados Unidos como Canadá argumentan que la prohibición afecta las relaciones comerciales bajo el T-MEC. Aunque se espera un fallo final del panel en diciembre, México ha defendido su política como una cuestión de soberanía y protección ambiental.

Implicaciones a futuro

Si la reforma es aprobada, México se posicionaría como líder en la defensa de cultivos tradicionales y sostenibles, pero podría enfrentar desafíos económicos y comerciales, como sanciones o restricciones comerciales, que impacten la importación de maíz amarillo. El debate entre los beneficios ecológicos y culturales frente a las posibles repercusiones económicas seguirá siendo central en esta discusión.