Recursos humanos con visión de género

Por: Martha Gómez, directora de RRHH en Telefónica México

A largo de todo marzo se conmemora a nivel global el Mes de la Mujer, un mes que nos permite enfatizar y abordar las problemáticas vigentes que todas nosotras enfrentamos día con día. Desde las organizaciones, particularmente a través de las áreas de Talento, tenemos la oportunidad de realizar importantes cambios y continuar trabajando de forma conjunta por una sociedad más igualitaria. 

Se trata de espacios cruciales para crear entornos de trabajo inclusivos y diversificados para generar una cultura de trabajo basados en igualdad y respeto. Es un hecho que entre las áreas de oportunidad que todavía existen y se han perpetuado, desafortunadamente año tras año dos de las más recurrentes son aquellas que se relacionan con el trabajo y la economía. 

Para muestra un gran dato: a pesar de lo todo lo que se ha ganado alrededor del tema, en el mundo aún existen 2,400 millones de mujeres que no tienen los mismos derechos económicos que los hombres (“La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022”, Banco Mundial). 

Esto sucede, entre otras cosas, porque en la actualidad todavía están presentes distintos techos de cristal que no permiten el desarrollo y continúan, impactando negativamente en la disparidad económica entre hombres y mujeres.

¿Qué son los techos de cristal? Son las diferentes barreras y limitaciones imperceptibles que las mujeres enfrentamos diariamente dentro de nuestra vida profesional, derivadas de la estructura social e institucional en la que vivimos.

Para dar ejemplos prácticos de esta problemática podemos mencionar la falta de mujeres en puestos directivos, un segmento en el que apenas 33 por ciento de nosotras ocupamos un cargo (“Women In Business 2022”, Grant Thornton), y las brechas salariales, ya que por cada 100 pesos que percibe mensualmente un hombre, una mujer gana sólo 86 (“Brecha Salarial de Género”, IMCO).

Dicho lo anterior, es una realidad que las áreas de Talento tienen una gran responsabilidad a la hora de romper con estos techos de cristal, lo cual significará para las empresas mejoras indudables en materia de productividad.

Desde esta área se debe comenzar impulsando la integración femenina en las compañías, entendiendo que nuestras habilidades son esenciales para la creación de nuevas ideas y soluciones para la empresa. Recordemos que tenemos en nuestras manos el 64 por ciento de las decisiones de contratación (“Principios para el Empoderamiento de las Mujeres”, Pacto Mundial Red Española, 2021).

Por otra parte, desde Recursos Humanos también se necesita trabajar en el posicionamiento del talento que ya está presente en las compañías, potenciando su consolidación por medio de programas de capacitación que les permitan fortalecerse y crecer.

Asimismo, será pertinente que se establezcan diferentes políticas y lineamientos organizacionales que ayuden a cortar de tajo cualquier tipo de práctica discriminatoria que pudiera llegar a hacerse presente.

Finalmente, hay dos puntos cruciales que no podemos olvidar. Por un lado, está el establecimiento de una misma remuneración entre hombres y mujeres, y, por otro, el impulso de un equilibrio entre la vida familiar y laboral del personal, comprendiendo las diferentes necesidades que se pueden tener.

Las áreas de Talento es un departamento trascendental para el empoderamiento femenino, capaz de lograr el fin de los techos de cristal. Apoyemos la creación de pisos parejos y desarrollémonos todos a la par.