Reforestación y manejo del agua, desafíos clave de la COP16

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, COP16 que se lleva a cabo del 21 de octubre al 1 de noviembre, reúne a representantes de casi 200 países en Cali, Colombia para abordar temas cruciales en la conservación global, con especial enfoque en la reforestación y el manejo de recursos hídricos. Mientras gobiernos y líderes locales debaten sobre las mejores estrategias para restaurar los ecosistemas, la COP16 introduce una propuesta disruptiva: un fondo global con aportes derivados del uso de materiales genéticos en sectores como la industria farmacéutica, la cosmética y los agroquímicos. El evento subraya la urgencia de la acción colectiva y el financiamiento para la biodiversidad, temas en los que especialistas y delegados han centrado sus esperanzas.

Uno de los temas más innovadores en la COP16 es la creación de un fondo global que capte recursos mediante la regulación del uso de materiales genéticos en producciones agrícolas y su aplicación en industrias como la farmacéutica. Según los expertos, este fondo no solo incentivaría la conservación, sino que también establecería un flujo de ingresos para que países y comunidades que albergan recursos genéticos únicos puedan recibir un beneficio directo. Esto representa un avance significativo hacia la justicia ambiental, ya que países en vías de desarrollo, que frecuentemente son fuentes de estos recursos, podrían tener acceso a fondos para la recuperación de sus propios ecosistemas.

Para la bióloga y especialista en biodiversidad María Ortega, este fondo global tiene el potencial de crear “un nuevo equilibrio” en la economía ambiental. “Es un sistema donde los países proveedores de recursos genéticos no solo participan de la cadena de valor, sino que obtienen recursos que podrían canalizarse a esfuerzos de reforestación y conservación,” afirma Ortega.

Ejes estratégicos de la COP16

La reforestación y el manejo sostenible del agua han sido dos de los pilares de las discusiones en la COP16, considerados esenciales para la recuperación de ecosistemas a nivel global. Delegados de distintos países plantean enfoques específicos para enfrentar estos desafíos, dado que la degradación forestal y la crisis hídrica afectan de manera directa tanto la biodiversidad como la seguridad alimentaria mundial.

Especialistas de la organización internacional World Resources Institute destacan que los proyectos de reforestación pueden contribuir a la captura de carbono, pero también exigen un manejo cuidadoso del agua, ya que, en muchos casos, los ecosistemas forestales requieren grandes cantidades de este recurso para establecerse. Para Sarah Linden, investigadora de ecología forestal, la COP16 representa una oportunidad única para fijar compromisos multilaterales. “Reforestar es crucial, pero debemos asegurarnos de que los recursos hídricos locales puedan sostener estos proyectos sin afectar a las comunidades o a otros ecosistemas en su entorno”, explica Linden.

La esperanza de financiamiento

Otro de los ejes centrales en la COP16 es el financiamiento para la recuperación de ecosistemas, tema de máximo interés para delegados y ministros. Los participantes buscan definir los mecanismos de financiamiento y el apoyo técnico que permita a los países cumplir con los objetivos de restauración y conservación. Alineado con el fondo global de biodiversidad, el financiamiento para los planes de conservación es una preocupación clave, especialmente para países que enfrentan altos costos de restauración y poca disponibilidad de recursos internos.

Según informes previos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el costo de alcanzar los objetivos de restauración ambiental podría alcanzar miles de millones de dólares anuales, por lo que una financiación estable y sustentable es crucial para cualquier acuerdo de conservación a largo plazo.

La comunidad internacional y expertos en ecología esperan que la COP16 marque un punto de inflexión en la protección de la biodiversidad. “Esperamos compromisos específicos y accionables en la reforestación y en la creación de marcos de gobernanza de agua,” señala el ecólogo Francesco Rossi. Según Rossi, este es el momento ideal para que los países alineen sus políticas ambientales y trabajen en conjunto para frenar la pérdida de biodiversidad a través de acciones coordinadas y de alto impacto.