Salmón chileno, ¿economía o medio ambiente?
Escrito por verdes |
El salmón chileno está en medio de la polémica, debido a los constantes esfuerzos de los ambientalistas por reducir su producción.
La industria del salmón chileno está en una encrucijada que divide opiniones. Por un lado, están quienes quieren continuar con su desarrollo, el cual da grandes dividendos económicos y, por el otro, se encuentran los que piden frenar esta industria para preservar el medio ambiente.
Y vaya que se trata de un gran negocio. Simplemente el año pasado la industria salmonicultora del país andino exportó más de 1 millón de toneladas. Esto significó ganancias de 6,448 millones de dólares. En el primer rubro hubo un crecimiento de 4%, mientras que en el segundo una baja de 1%, de acuerdo con el “Outlook Comercial de Salmonexpert y Skills”.
De acuerdo con el Consejo del Salmón, en término de toneladas, en 2023 los principales destinos de la exportación fueron:
- Estados Unidos (32.7%)
- Japón (17.7%)
- Brasil (17.6%)
- Rusia (6.1%)
- China (5.6%).
Los daños de la industria del salmón chileno
La polémica ha crecido en los últimos meses, a raíz de que el Relator Boyd, relator Especial sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente de la Naciones Unidas (ONU recomendó una moratoria sobre la expansión del a acuicultura del salmón a la espera de un análisis científico independiente de los impactos ambientales adversos.
El reporte, poco favorable para la industria del salmón chileno, fue entregado durante el 55° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, en el primer cuatrimestre del año.
Algunos de sus hallazgos más relevantes en torno a la industria salmonera en el país fueron:
- En los últimos 30 años, la industria ha sostenido una tasa de crecimiento medio del 117 % anual.
- Esto ha causado daños ecológicos a ecosistemas situados a menudo en territorios indígenas.
- La salmonicultura es una de las principales amenazas para el medio ambiente que enfrenta la Patagonia. Sobre todo, atenta contra la conservación de 32 especies de cetáceos, entre otras especies.
- Esta industria ha contribuido al aumento de los desechos industriales en las playas, el agua y los fondos marinos.
Además, hay que agregar que muchas de las piscifactorías de salmón del país dan a los peces antibióticos y pesticidas. De acuerdo con The New York Times, esto ocurre constantemente para prevenir brotes de enfermedades como la piscirickettsiosis y la anemia infecciosa del salmón.
En respuesta, más de 100 organizaciones apoyaron al relator de la ONU y realizaron dos peticiones al gobierno del presidente Gabriel Boric:
- La implementación de las recomendaciones del informe del Relator ONU.
- La presentación inmediata de un Plan de salida de la industria de todas las áreas protegidas.
La defensa de los industriales
Las voces de quienes apoyan la industria del salmón chileno y desacreditan el informe no se hicieron esperar. “Se trata de un documento que en 22 páginas intenta simplificar años de debate en políticas públicas”, indicó Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Productores de Salmón de Magallanes, Salmonexpert. Y añadió que la referencia a la salmonicultura “se reduce a dos párrafos del informe”.
“La salmonicultura ha sido un objetivo del ambientalismo. Han buscado trabarla y hacerla desaparecer”, indicó Carlos Martínez, cientista político y especialista en temas ambientales, en entrevista con el medio antes citado.
“Más allá de discursos ‘amables’ de algunos representantes de las ONG respecto a la salmonicultura, es claro que su objetivo es la Patagonia sin salmones”, ahondó. Y dejó claro que los opositores obvian el impacto económico, las fuentes de trabajo, sobre todo para las mujeres, y el bienestar de esta actividad.
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