Sequías en el norte de México, ponen en la mira a las cerveceras

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Escrito por verdes |

Las crisis hídricas registradas este año en el norte de México, principalmente en la ciudad […]

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Las crisis hídricas registradas este año en el norte de México, principalmente en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde se ubican algunas de las cerveceras más importantes del mundo, puso en la mira la necesidad de regular la forma en que acaparan el agua o si sería necesario su reubicación en otras zonas del país donde el problema hídrico aún no es tan grave.

Hace unos meses, cuando la crisis de agua sometió a la ciudad de Monterrey a un estrés para conseguir nuevas fuentes de abastecimiento, algunos grupos ambientalistas protestaron a las puertas de las cerveceras, y las acusaron de acaparar grandes cantidades de líquido, mientras la población no tenía una gota en sus casas.

En el norte del país operan las empresas Heineken, Anheuser-Busch InBev y Constellation Brands, son de las principales generadoras de empleos y riqueza en los estados donde operan; sin embargo, el tema climático les ha jugado en contra y las ha puesto en el centro de las críticas.

Y es que para producir un litro de cerveza estas empresas utilizan dos litros de agua aproximadamente. Aunque cerveceras como Heineken México han dicho que gasta 1.5 litros, lo que la hace la más eficiente en el mundo, incluso en comparación con otras plantas de la misma marca instaladas en otros países.

Para obtener el agua, las cerveceras han obtenido permisos de explotación especiales con los gobiernos estatales. En el caso de Monterrey, el gobernador Samuel García, anunció que, en el caso de Heineken, este era de seis millones de metros cúbicos al año. Los acuíferos de donde extrae el agua la planta son distintos del suministro municipal, el cual depende principalmente de tres presas. 

Crisis del agua en Monterrey

Hay que señalar que durante la crisis de agua que vivió Monterrey este año, las cerveceras cedieron gran parte del líquido con el que contaban para ser distribuido a la población, e incluso apoyaron con pipas de agua a las colonias más necesitadas. En el caso de Heineken, accedió a una transferencia temporal de 600,000 metros cúbicos, además de una entrega desde sus pozos equivalente a un 20 por ciento del consumo de la cervecería. 

El problema escaló a tal grado que en agosto, el presidente de México señaló que ya no era posible permitir el funcionamiento de estas empresas y buscaría reubicarlas en el sur del país; sin embargo, hasta el momento no ha dicho cómo sería ese esquema ni en cuánto tiempo.

Así, mientras el cambio climático amenaza con presionar más a las industrias, las cervecerías mexicanas vendieron más de 5,000 millones de dólares de cerveza en el extranjero el año pasado, lo cual volvió a México el principal exportador de la bebida en el mundo, según el Banco Mundial