Sequías prolongadas ponen en peligro a la Amazonía
Escrito por verdes |
La Amazonía, el pulmón verde del planeta, está sufriendo una de las peores sequías de […]
La Amazonía, el pulmón verde del planeta, está sufriendo una de las peores sequías de su historia. Según los expertos, este fenómeno climático podría tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad, los pueblos indígenas y el clima global.
La selva tropical amazónica alberga la quinta parte del agua dulce del mundo, pero está perdiendo su capacidad de almacenar y regular este recurso vital. La deforestación, provocada por la tala ilegal, la minería, la agricultura y la ganadería, ha reducido la superficie forestal en un 20 por ciento desde 1970. Esto ha debilitado el ciclo hidrológico de la región, que depende de la evaporación y la transpiración de las plantas para generar lluvias.
Además, el cambio climático está provocando temperaturas más altas y precipitaciones más irregulares en la Amazonía. Según un estudio publicado en la revista Nature, la sequía que afecta a la zona desde 2015 es la más intensa y prolongada desde que se tienen registros. Los científicos advierten que si esta tendencia continúa, la selva podría convertirse en una sabana seca y degradada, liberando enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera y acelerando el calentamiento global.
La sequía también está afectando a los habitantes de la Amazonía, tanto humanos como animales. Los ríos y lagos se están secando, dificultando el transporte, la pesca y el acceso al agua potable. Muchas comunidades indígenas, que dependen de los recursos naturales para su subsistencia y su cultura, están en riesgo de perder su modo de vida y su identidad. Los incendios forestales, provocados por la sequía y las actividades humanas, están arrasando miles de hectáreas de bosque y amenazando la salud de las personas.
Ante esta situación, organismos ecologistas de todo el mundo han señalado la urgencia de tomar medidas para proteger la Amazonía y sus servicios ecosistémicos. Algunas de las acciones que se podrían implementar son: frenar la deforestación y restaurar las áreas degradadas, apoyar a las poblaciones locales y respetar sus derechos territoriales, promover un desarrollo sostenible y bajo en carbono, fortalecer la cooperación regional e internacional, e impulsar la investigación y el monitoreo ambiental.
Según un informe publicado el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), si no se toman medidas urgentes para detener la deforestación y restaurar los ecosistemas dañados, se podría llegar a un punto de no retorno en el que se perderían los beneficios ambientales y sociales que brinda la selva tropical.
Plan a largo plazo
La ONU también ha lanzado un plan a diez años para restaurar mil millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo, incluyendo la Amazonía. La ONU reconoce que salvar la Amazonía requiere un compromiso político de alto nivel que aborde directamente los principales impulsores de la pérdida forestal.
La Amazonía es un patrimonio natural de valor incalculable, que alberga una riqueza biológica y cultural única en el mundo. Su conservación es vital para el equilibrio del planeta y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Como dijo el escritor brasileño Paulo Coelho: “La Amazonía no es nuestra porque nos pertenezca; nos pertenece porque somos parte de ella”.