Siemens Energy pierde confianza por problemas de sus turbinas eólicas

Siemens Energy, una de las empresas líderes en el sector de las energías renovables, enfrenta una severa crisis tras revelar que debe solucionar varios problemas técnicos en sus turbinas eólicas. La noticia provocó una fuerte caída de sus acciones en la bolsa, que perdieron más de 30 por ciento de su valor el pasado viernes 23 de junio.

La compañía alemana, que se escindió de Siemens el año pasado, fabrica turbinas eólicas tanto terrestres como marinas, y tiene una cuota de mercado del 11 por ciento a nivel mundial, según la consultora Wood Mackenzie. Sin embargo, su reputación se ha visto dañada por una serie de fallos que afectan a sus productos, y que podrían costarle más de 1,100 millones de dólares en reparaciones y compensaciones.

Entre los problemas detectados se encuentran grietas en las palas de algunas turbinas, defectos en los rodamientos de otras y dificultades para conectar las turbinas marinas a la red eléctrica. Estos fallos han obligado a la empresa a detener la producción y el envío de algunas turbinas, así como a revisar las que ya están instaladas en varios países.

Impacto negativo

Siemens Energy ha reconocido que estos problemas tendrán un impacto negativo en sus resultados financieros y en su capacidad para cumplir con sus objetivos de crecimiento. Además, ha anunciado que tomará medidas para mejorar la calidad y la fiabilidad de sus productos que reforzará su colaboración con los clientes afectados.

La situación de Siemens Energy contrasta con la de otros competidores del sector eólico, como Vestas o General Electric, que han registrado un aumento de sus ingresos y beneficios gracias a la creciente demanda de energía limpia. El mercado eólico global creció 53 por ciento en 2020, según el Consejo Mundial de Energía Eólica, y se espera que siga expandiéndose en los próximos años.

Siemens Energy tendrá que superar esta crisis si quiere mantener su posición como uno de los principales actores del sector eólico, y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética. La compañía tiene un gran potencial para innovar y ofrecer soluciones sostenibles para el futuro, pero tendrá que recuperar la confianza de sus clientes y accionistas.