Whirlpool se alinea con las 4R (rediseñar, reducir, reparar, reutilizar y reciclar)

Whirlpool está implementando estrategias para disminuir su impacto ambiental, las cuales están alineadas a las 4R de rediseñar, reducir, reparar, reutilizar, y reciclar

Con la finalidad de hacerse cargo de los aparatos que vende una vez que cumplen su vida útil, Whirlpool puso en marcha un programa de logística inversa en los 12 países de América Latina en los que opera. Esto como parte de su estrategia ESG (ambiental, social y de gobernanza), la cual tiene como eje la economía circular, que consiste en rediseñar, reducir, reparar, reutilizar, y reciclar.

Desde hace 60 años, la empresa de origen estadounidense tiene presencia en la región, donde es líder en ventas de electrodomésticos, con una facturación de 3,230 millones de dólares (mdd) en 2023. 

En sus 110 años de historia, la compañía se ha enfocado en la innovación para que sus productos sean más duraderos, reparables, y para asegurar su reciclaje. 

Como muestra, recientemente creó Slim Tech Insulation, que es una tecnología de aislamiento que reduce el grosor de las paredes de un refrigerador hasta 66 por ciento, dando 25 por ciento mayor capacidad y excelente eficiencia energética.

Así, en los últimos 30 años, mediante la innovación, las lavadoras de la marca aumentaron su eficiencia energética en 70 por ciento y su capacidad de lavado en 60 por ciento, es decir, ahora lavan más con menos agua y menos energía. Incluso, las lavavajillas requieren hasta cuatro veces menos agua que la usada para lavar los platos a mano.

Reparar, reducir, reciclar

Pero antes de llegar al reciclaje, última escala de la economía circular, es posible reparar, y Whirlpool también lo hace: “Nos preocupa mucho ofrecer todos los servicios de reparación para que los consumidores no tengan que cambiar un producto antes de ser necesario”, explica Priscila Gusson, Senior Manager ESG para Latinoamérica de la organización.

Alrededor del mundo, la firma tiene plantas de reacondicionamiento. El objetivo es reutilizar todo lo posible, incluso, sus productos finales contienen material reciclado de lo que se recupera, reduciendo el uso de materia prima virgen.

Finalmente, el reciclaje no sería posible sin un plan de logística inversa, así que en todos los países la propia compañía recoje los aparatos en desuso, debido a su peso y tamaño.

De hecho, el Monitoreo regional de residuos electrónicos para América Latina 2022 de Naciones Unidas revela que, en 2019, el 97 por ciento de estos desechos se gestiona de forma inadecuada, representando 1,700 mdd anuales en materiales recuperables. 

Solamente en México, cada año se generan más de 1.1 millones de toneladas de este tipo de residuos. De estos, el 6 por ciento contiene metales pesados y plásticos con retardantes de flama, los cuales pueden provocar graves daños a la salud y al medio ambiente. 

Educación del consumidor

El proceso de logística inversa en América Latina tiene a Brasil como la punta de lanza. Desde 2021, los clientes de la compañía pueden solicitar la recolección de sus electrodomésticos de más de 30 kg de peso o llevar ellos mismos los de menor peso a un centro de acopio. Pueden ser o no de las marcas de la compañía e, incluso, teléfonos, tabletas y otros dispositivos electrónicos.

Sólo basta con agendar una cita en línea para la recolección del aparato y la compañía lo retira sin costo. Al día de hoy, las tiendas ofrecen a los clientes desechar de forma adecuada los aparatos que compran, al final de su vida útil.

Esto es parte de una nueva cultura, pues en la actualidad la gente no es consciente de que un electrodoméstico requiere un manejo especial. Es por eso que en la logística inversa la educación del consumidor es clave, así que Whirlpool realiza campañas de información y conscientización. 

“Hay toda una visión de innovación en este tipo de iniciativa y es necesario empezar no sólo dentro de la empresa, sino también involucrar a socios y a la comunidad, porque un proceso como este no se hace sin los consumidores, y sin los trabajadores de la empresa”, dice Priscila Gusson.

En todos los países la compañía trabaja con socios que realizan el desensamble y reciclaje de componentes. Su meta es incluir a más países, pero sobre todo aumentar el volumen de recolección y reciclado. 

En Brasil, el objetivo es reciclar el equivalente al 12 por ciento de lo que ponen en el mercado; el año pasado alcanzaron el 6 por ciento. En México las campañas han sido enfocadas en ciertos sectores, sin embargo, este año se extenderán a otros.

“Hay un reto muy grande en educar al consumidor”, asegura Priscila Gusson. Así que aquí es donde empieza todo, y la compañía está enfocada en ello.