Se agudiza la batalla por el suministro de gas

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Escrito por verdes |

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El costo del gas ha aumentado cinco veces su precio desde que inició el conflicto entre Rusia y Ucrania, elevando su costo a nivel mundial.

La tensión a la que se encuentran sometidos los países de Europa y Asia para cubrir sus necesidades energéticas ha escalado a un nivel sin precedentes, y está provocando el aumento de precios del gas a rangos históricos.

Desde que inició el conflicto entre Rusia y Ucrania, el costo del gas ha aumentado cinco veces su precio, con el inevitable incremento de los precios de casi todos los productos a nivel mundial, sobre todo de la electricidad y los alimentos, que han generado un anormal aumento de la inflación.

En el momento en que Europa decidió imponer sanciones económicas para castigar al Kremlin por la invasión a Ucrania, también se echó la soga al cuello para poder garantizar el abasto de gas, ya que Rusia comenzó a cerrar las llaves de sus gasoductos poco a poco, y se espera que lo siga haciendo hasta cerrar la llave completamente. 

Esta situación provocó que la Unión Europea volteara a otros países desesperadamente para comprar gas; sin embargo, a diferencia del gas que recibía de Rusia, el cual llegaba a través de ductos, el que podrían comprar de otros países, como Estados Unidos tendría que viajar de manera líquida a través del mar, y eso aumenta los precios del combustible. A este escenario, se suma otro factor que está en la ecuación: Asia también busca gas.

Japón y Corea del Sur son dos de los mayores importadores de gas del mundo, y ambos cuentan con los suficientes recursos económicos para pujar fuertemente en los mercados internacionales de hidrocarburos.

Esa lucha por llenar los tanques de cara al invierno ha tensionado la situación y ha provocado que algunos países como Alemania estén pensando aumentar su consumo de carbón para garantizar el funcionamiento de sus plantas eléctricas, con los daños medioambientales que eso representa.

En este escenario aparece Estados Unidos, quien es el mayor productor a nivel mundial de gas, quien ha través del fracking ha aumentado considerablemente su producción en 70 por ciento desde 2010; sin embargo, no es suficiente para abastecer la gran demanda que hay en este momento, en parte porque ya tiene compromisos de abasto con otros países, entre ellos algunos asiáticos, donde ya es el tercer abastecedor.

China es el cuarto extractor de gas; sin embargo, no produce lo suficiente como para cubrir su demanda interna y también actúa como el primer comprador a nivel mundial. Tanto es así que Pekín está siendo el principal destino junto con India del gas ruso que ya no llega a Europa. 

Otro jugador importante es Irán, quien en 2020 fue el tercer mayor extractor, pero sus elevados niveles de consumo y la falta de inversión en su infraestructura a causa de las sanciones estadounidenses le impiden ser un actor relevante en el sector. 

Canadá, Arabia Saudí, Noruega, Argelia, Malasia, Indonesia, Turkmenistán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos son los países que completan la lista de mayores productores de gas, pero todos ellos con cuotas discretas y con poco margen para aumentar su contribución. 

Para los especialistas, la única respuesta importante ante el panorama actual que le queda a Europa es la reducción de la demanda, algo que se materializó el 5 de agosto, cuando el Consejo Europeo adoptó la reducción voluntaria de la demanda del gas en 15  por ciento.

Sin embargo, la medida contiene varias exenciones en vista del rechazo que generó la propuesta inicialmente, lo que se manifestó en la postura de Grecia, Portugal y España, entre otras naciones. 

La situación es ya asfixiante para Europa, que vive con el temor latente de un invierno crudo y la escasez de un recurso que necesita para calentar los hogares.