Abre Reino Unido “centros de calor” para enfrentar crisis energética

La crisis energética que afecta a Europa después de que la invasión rusa a Ucrania disparó el precio de los combustibles a niveles nunca antes vistos (el gas ha tenido una alza superior a 150 por ciento entre julio de 2021 y julio de 2022), esto ha provocado que miles de personas, principalmente los más pobres, estén sufriendo para mantenerse calientes.

Las personas literalmente están limitando el uso de la electricidad, pues los recibos de luz se han disparado a las nubes, y a pesar de los subsidios y los apoyos gubernamentales, su bienestar y calidad de vida se ha deteriorado.

Es por ello que en algunas ciudades como Londres, se han abierto “centros de calor”, que no son otra cosa que lugares donde las personas pueden ir a pasar la tarde (en algunos lugares se reparte sopa caliente) para que las familias menos privilegiadas no gasten en energía eléctrica o gas para calentarse, y solo usen esos energéticos por la noche, y así reducir el precio de sus recibos.

Estas iniciativas también se han replicado en ciudades como Glasgow o Mosterton, donde los organizadores de algunos centros han establecido algunas dinámicas para que la gente la pase bien mientras permanecen en el lugar.

En estos establecimientos se cuentan con todas las facilidades para que las personas que trabajan en casa puedan asistir para hacerlo desde ahí, pues tienen internet y cargadores.

Y es que el precio de la vida en Reino Unido se ha encarecido en el último año, algunas estimaciones señalan que a aumentado 10.1 por ciento, la tasa más alta en 40 años, impulsada por fuertes aumentos en los precios de la energía y los alimentos. Hay que recordar que Reino Unido es uno de los mayores importadores de gas y petróleo, así como una gran cantidad de alimentos.

De acuerdo con el Consejo de la Unión Europea, una serie de factores han contribuido a la subida de los precios desde 2021:

• El aumento sin precedentes de los precios del gas en los mercados mundiales.
• Las condiciones climáticas extremas, incluidas las olas de calor registradas en el verano en toda Europa, que impulsan la demanda de energía de refrigeración y aumentan la presión sobre la generación de electricidad;
• El aumento de la demanda de gas natural licuado, que ha dado lugar a un pronunciado aumento de su precio;
• Un mayor consumo de gas en Asia debido a la recuperación económica;
• La reciente escasez de generación de electricidad nuclear e hidroeléctrica, en parte vinculada a las condiciones climáticas.