Alineación con el Acuerdo de París: ¿activa o pasiva

Escrito por verdes |
Para estar verdaderamente alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, las empresas y los […]

Para estar verdaderamente alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, las empresas y los inversionistas deben estar dispuestas y preparadas para esforzarse durante varias décadas, indicó M&G Investments, administradora de inversiones globales con más de 90 años de experiencia.
Este pacto tiene tres grandes objetivos: limitar el aumento medio de la temperatura global a 2 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales, redoblar esfuerzos para no superar los 1.5 grados al finalizar el siglo XXI y alcanzar la neutralidad climática en el año 2050.
En el artículo titulado La inversión alineada con el Acuerdo de París: ¿gestión activa o pasiva?, la casa de gestión expuso que el avance de la descarbonización se puede lograr mediante la cooperación estrecha con los participantes en ámbitos como la fijación de objetivos y el desarrollo de una estrategia.
“Las gestoras de fondos pasivos no aprovechan necesariamente sus posibilidades de gestión responsable, con lo que desperdician la oportunidad de fomentar el cambio y aportar adicionalidad como inversores”, puntualizó.
En el artículo, publicado en diversos medios de comunicación financieros, agregó que esto conducen a un enfoque cortoplacista de gestión de cartera, lo cual se contrapone con el hecho de que el alineamiento con el Acuerdo de París es una labor a largo plazo.
Explicó que, para evaluar el alineamiento con el Acuerdo de París, usualmente los fondos pasivos de inversión comparan las emisiones de una empresa con su valor total, lo cual suele calcularse dividiendo las emisiones totales de una compañía por su valor de empresa incluyendo liquidez (EVIC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, M&G Investments enfatizó que esto puede crear problemas para los inversionistas, debido a que cualquier fluctuación de las cotizaciones afectará al denominador, lo que sesgará la cifra de intensidad sin cambio alguno en las emisiones de GEI absolutas.
“Así, la inclusión de una empresa en la cartera podría verse influida por su valor de mercado, y no por sus esfuerzos de descarbonización”, opinó.