Consumo vs el dilema del bienestar para salvar el planeta

En busca de una estrategia vital para reducir el consumo y la producción de bienes y servicios, rumbo a la sostenibilidad.

La suficiencia económica emerge como una estrategia para reducir el consumo y la producción de bienes y servicios, reconociendo los límites del planeta y buscando alcanzar una sostenibilidad medioambiental real. Un cambio fundamental en el paradigma socioeconómico, que desafía la noción arraigada de crecimiento continuo.

La estrategia centrada en el reconocimiento de las limitaciones ecológicas del planeta, se basa en tres premisas fundamentales:

• La economía ecológica critica la dependencia actual de las medidas de eficiencia, señalando el rebote de la productividad y del consumo que estas provocan. La complementariedad del capital reconoce que el capital natural no es equivalente al capital económico fabricado por el ser humano.
• La ecología política plantea cuestiones de justicia social y aprovisionamiento, abogando por una redistribución más equitativa de los recursos escasos de la Tierra. Esto se ve reflejado en la noción de metabolismo social, que describe el flujo de materia y energía generado por las actividades humanas.
• La filosofía ecológica aporta consideraciones éticas, destacando la importancia de un cambio hacia valores no materiales para mejorar el bienestar y una distribución más justa de los recursos. Esto implica una preocupación por el equilibrio entre las necesidades y los deseos humanos, así como un enfoque de altruismo hacia el bienestar de los demás y la naturaleza.

La implementación de la suficiencia económica enfrenta desafíos significativos, tanto en términos de consumo como de producción. Se requiere un cambio de comportamiento hacia un consumo individual más moderado y una distribución más equitativa de la riqueza a nivel macroeconómico. A nivel de producción, se necesitan cambios de paradigma en la lógica empresarial para lograr un mayor ahorro de energía y recursos.

Aunque la suficiencia económica puede ser vista como una restricción a las opciones individuales de estilo de vida, su implementación se presenta como una estrategia inevitable y necesaria para mitigar el cambio climático y la crisis ambiental actual. La ciudadanía está cada vez más consciente de esto, como lo demuestran las recomendaciones de políticas de mitigación del cambio climático de diversas asambleas ciudadanas, que incluyen la suficiencia en un porcentaje significativo.

Estos resultados, combinados con la evidencia científica, indican que la falta de suficiencia en las políticas climáticas no se debe a una falta de legitimidad, sino a la reticencia de los gobiernos a aplicar políticas de suficiencia, debido a conflictos de intereses económicos y sociales.