Economía circular en México, es ahora o nunca

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Por: Ignacio Parada, CEO de Bioelements Poco a poco llega a los foros de discusión […]

Por: Ignacio Parada, CEO de Bioelements

Poco a poco llega a los foros de discusión el concepto de Economía Circular, sobre todo después de la expedición de la Ley de Economía Circular en noviembre de 2021 en México, que tiene entre sus objetivos promover la eficiencia del uso de productos, servicios, materiales, materias primas secundarias, subproductos a través de la reutilización, el reciclaje y el rediseño.

La ley es el primer paso de muchísimos otros que tendrá que dar el país para consolidar una verdadera postura a favor del medio ambiente que permita enfrentar la extracción excesiva de recursos naturales, disminuir el impacto de la generación de residuos y orientar el desarrollo hacia un sistema más equilibrado, que permita la conservación medioambiental sin detener el crecimiento.

Adoptar esta tendencia es indispensable y tiene que ser ahora o nunca, pues en el país se generan diariamente más de 100 mil toneladas de residuos, de los cuales se recolectan 83.9 por ciento, se disponen en sitios de disposición final 78.5 por ciento, y solo se registran 9.6 por ciento de los residuos generados, ello, de acuerdo con cifras del Gobierno de México. El problema con esta disposición es la contaminación del suelo, del agua y la proliferación de fauna nociva transmisora de enfermedades, entre otros muchos.

Por otro lado, la industria del plástico en México tiene un valor de producción de 30,000 millones de dólares (mdd) y participa con 2.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del rubro manufacturero. En ella, participan 4,100 empresas que generan plásticos para consumo general, envases y embalaje, construcción, electrónico, automotriz, agrícola, indispensables para el desarrollo del país, lo que implica un cambio urgente en el paradigma: no prohibir el uso de los plásticos, sino buscar alternativas amigables con el medio ambiente y claro, incrementar el reciclaje.

No será nada fácil, pero a diferencia de los primeros años de la década de 1990, cuando inicio una verdadera preocupación ambiental por parte de los gobiernos y de la sociedad, actualmente contamos con tecnología y ciencia al servicio de las necesidades de los seres humanos. Esta cuarta revolución industrial, que nos ofrece la híperconexión, la inteligencia artificial, la robótica, la impresión 3D y el internet de las cosas, tendrá que ser tomada en cuenta por cualquier país que busque alcanzar esta meta.

México ya ha dado los primeros pasos hacia un verdadero cuidado ambiental y de los recursos con la puesta en marcha a partir del 1 de enero de 2020 de la ley que prohíbe el uso de bolsas de plástico que acompañaban la compra de objetos y comida, y al año siguiente exactamente quedaron prohibidos los productos de un solo uso utilizados en comida para llevar como cucharas, platos, vasos y popotes. Sin embargo, en muchos aspectos la ley ha quedado en el papel como consecuencia de la pandemia, pero también debido a la falta de implementación de medidas por parte del gobierno. Para comprobarlo solo hace falta dar una vuelta por un mercado o comercio del país.

La Ley de Economía circular debe ser un parteaguas que permita una variación en el modelo consumista y extractivista, pero esta vez que sus alcances no sólo se queden en el escritorio.