El calor exige la innovación como factor clave de la descarbonización

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

México ha vivido una primavera marcada por olas de calor sin precedentes, un fenómeno que […]

México ha vivido una primavera marcada por olas de calor sin precedentes, un fenómeno que subraya la urgencia de enfrentar la crisis climática con acciones contundentes. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país ha experimentado tres de las cinco olas de calor previstas para este año, con temperaturas que superan los 45°C en algunas regiones. Esta situación no solo afecta a las familias y comunidades, sino que también tiene repercusiones significativas en la economía y el sector empresarial.

Las olas de calor extremo están provocando un aumento en las enfermedades relacionadas con el calor y una reducción en la capacidad laboral en México. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido que las altas temperaturas reducen la productividad laboral en un 50 por ciento cuando superan los 33-34°C. Esto se traduce en una pérdida considerable de horas de trabajo, especialmente en sectores como la agricultura y la construcción.

Para 2030, se estima que el estrés térmico provocará una reducción del 0.90 por ciento en las horas laborales en México, lo que equivaldrá a la pérdida de aproximadamente 544,400 empleos en estos sectores. A nivel mundial, la OIT prevé una pérdida económica de 2.4 billones de dólares debido a las altas temperaturas, con un impacto particularmente grave en los países en vías de desarrollo.

La necesidad de innovación

Ante este panorama, Jazmín Salazar, CEO y fundadora de Oxtron, enfatiza la necesidad urgente de adoptar medidas de descarbonización y desarrollar tecnologías innovadoras que permitan mitigar los efectos del cambio climático. Salazar destaca que, aunque el cambio climático presenta desafíos significativos, también ofrece oportunidades para reducir la huella de carbono y fomentar un crecimiento sostenible.

México, gracias a su ubicación geográfica, tiene un gran potencial para liderar la transición hacia energías limpias. El país es el segundo en América Latina en capacidad fotovoltaica, lo que abre la posibilidad de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el desgaste hídrico.

Las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono están emergiendo como soluciones clave para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050. Según un estudio de McKinsey, más del 85 por ciento de la reducción de emisiones se podría lograr mediante tecnologías de descarbonización que ya están en su fase inicial o madura. Oxtron, por ejemplo, ofrece soluciones que permiten a las empresas reducir entre un 80 y 90 por ciento su huella de carbono a lo largo de sus cadenas de suministro, abordando las llamadas “emisiones de alcance 3”.

El futuro sostenible

Alcanzar el objetivo de cero emisiones netas requiere un esfuerzo conjunto de toda la sociedad, así como el desarrollo continuo de tecnologías y políticas que fomenten la sostenibilidad. La captura y almacenamiento de carbono, junto con la adopción de energías renovables, son esenciales para enfrentar los desafíos climáticos actuales y garantizar un futuro habitable para las próximas generaciones.

El calentamiento global y las olas de calor son un llamado a la acción. Empresas y gobiernos deben liderar la transformación hacia un modelo económico más verde y resiliente. Como señala Jazmín Salazar, “no podemos perder la oportunidad de estar a la vanguardia de la transición energética”. México tiene el potencial de ser un líder en esta transición, y las decisiones que se tomen hoy determinarán el bienestar del planeta y sus habitantes en el futuro.

Para conocer más visita: Oxtron.