Generación Z viraliza videos en TikTok con temas climáticos
Escrito por verdes |
La mayoría de sus canales están repletos de retos, pero también ha llevado a otros a compartir en sus redes temas medioambientales.
La generación Z engloba a los jóvenes que nacieron 1995 y 2015. Son nativos tecnológicos ya que su desarrollo ha ido de la mano con los sitios web y las redes sociales; muchos “influencers” de dicha generación, saltaron a la fama alcanzando visualizaciones millonarias en sus perfiles. La mayoría de sus canales están repletos de retos, bailes y trucos virales, sin embargo el sinfín de información que tienen a la mano también ha llevado a otros a compartir en sus redes temas medioambientales.
En Indonesia, por ejemplo, un grupo de chicos utilizaron sus cuentas de Tik Tok para denunciar las reformas de la legislación laboral por la que decenas de personas salieron a manifestarse a las calles. Otra prueba de cómo se involucran en temáticas serias fue el #IceBucketChallege aquel reto del cubo de hielo con el que se pudo crear conciencia sobre el padecimiento conocido como esclerosis lateral amiotrófica (ELA o ALS). Y aunque su paso por las redes sociales atrajo muchas miradas y desapareció rápidamente, también consiguió que el financiamiento anual aumentara 187 por ciento gracias a los 115 millones de dólares recaudados en el desafío.
Un paso más allá al interior del popular Tik Tok lo dio un estudiante de secundaria llamado Álex Silva, de Las Vegas, quien echó a andar el canal Eco Tok, en julio de 2020. A través de su perfil, el adolescente colgaba videos donde mostraba sus intentos por llevar una vida libre de residuos. Al tiempo, mediante Instagram invitó a otros influencers a unirse a su perfil y a sus prácticas Zero Waste. Sus seguidores crecieron exponencialmente, logrando que estudiantes, científicos, funcionarios y educadores ambientales se sumaran a sus iniciativas. Ahora elabora campañas para promover acciones climáticas y ha colaborado con TED Countdown y con la empresa de capital de riesgo Gates Venturas, de Bill Gates.
El plus de ser nativos digitales y el poder crear contenidos a ritmo vertiginoso, música pegadiza y subtítulos coloridos ha hecho que obtengan mayores alcances con sus mensajes ecológicos. Hashtags como #ClimateChange o #Sustainable son usados por los influencers ecológicos.
Otro caso de redes sociales y ecología es el de Carissa Cabrera, quien subió a su canal contenido sobre las terribles inundaciones que se produjeron cerca de su casa en Hawái. “Esto no es el calentamiento global. Esto no es el cambio climático. Llamémoslo exactamente como es: crisis climática”, escribió la joven en sus videos repletos de carreteras inundadas por la crecida de los ríos. Carissa es bióloga marina y con regularidad comparte contenido en Eco Tok para visibilizar y concientizar sobre las amenazas ambientales.
“Tik Tok no sólo es una aplicación de redes sociales, también es un espacio de aprendizaje. La generación Z quiere información y herramientas cercanas y presentadas de forma divertida”, explicó Cabrera, quien también trabaja con The Conservationist Collective, una pequeña empresa dedicada a campañas educativas y mediáticas que promueven la conservación de los océanos.
Pero otras voces dentro de la generación se hacen presentes y ponen en duda que el impacto de los videos cortos sea trascendente en la vida real. Sophia Moore, de 18 años, es una de ellas. Y aunque también está activa en Tik Tok, comprometida con el medio ambiente y la justicia social, no cree que las redes sociales sean la plataforma para el activismo sobre el clima.
“Creo que la mayoría utiliza Tik Tok como una forma de entretenimiento sin sentido, para desconectar de la escuela. Tik Tok es más bien una forma pasiva de comprometerse con el movimiento por la justicia climática. Yo suelo mezclar mis historias sobre el clima con mis otros contenidos de Tik Tok. Son fáciles de encontrar, de hacer clic en ‘me gusta’ y luego sólo hay que seguir navegando”, escribe la joven.
Al respecto, el profesor de Psicología Social en la Universidad de Cambrigde, Sander van Der Linden, indica que las campañas virales “pueden conducir a acciones concretas” si contienen: influencia social, apoyan a causas morales y suscitan emociones. Aunque admite el desafío de la desinformación sobre el cambio climático en las redes sociales. Y añade que la desinformación está muy extendida en Internet y engloba desde energías renovables hasta el consenso científico sobre el cambio climático. “Realmente abarca todo el espectro y por eso es tan difícil de abordar”.
Aun con la complejidad que representa estar activo en una red social e intentar enganchar a otros en temas de impacto mundial, la generación Z está rompiendo esquemas, invitando a la reflexión y moviendo fibras con su manera de analizar la crisis climática.
