México va atrasado en criterios ASG: Asofom

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Por Hugo Salvatierra Cada vez son más las empresas que implementan criterios ambientales, sociales y […]

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Por Hugo Salvatierra

Cada vez son más las empresas que implementan criterios ambientales, sociales y de gobernanza, pero falta mucho por hacer, sobre todo en las pymes. 

La implementación de criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) está tomando cada vez más relevancia en México, sobre todo en los grandes corporativos. No obstante, todavía hay mucho camino por recorrer para reducir el atraso, que sobre todo está presente en las pequeñas y medianas empresas (pymes).

En buena medida el cambio está siendo impulsado por las nuevas generaciones, como los millennials y centenniales, que buscan trabajar o establecer relaciones con organizaciones con esta visión, explica Israel Jorge Avante, director General de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom).

Explica que una de las actividades económicas más avanzadas en ESG es la construcción, sobre todo los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (FIBRAs), que ya están incluyendo en sus mandatos las tecnologías verdes de ahorro de agua o de aprovechamiento de energía. 

También se encuentran la industria farmacéutica, que está trabajando para evitar la generación de desechos al medioambiente, y los intermediarios financieros bancarios y no bancarios, que están buscando que sus recursos vayan a empresas con proyectos y estrategias orientadas a ESG.

Lejos de los más avanzados

Desde su punto de vista, clientes, usuarios y terceros interesados, como proveedores, fabricantes o inversionistas, van a obligar a las empresas a revisar qué están haciendo en temas de ESG y a demostrar que realmente cuentan con programas de esa índole.

“Vamos atrasados [en nuestro país]. Yo tuve la oportunidad de asistir a un foro en Madrid hace seis años y ahí nos hablaban del riesgo climático, y nos decían: ‘si no están midiéndolo hoy están muy tarde’. Imagínate, seis años después estamos empezando a tener una taxonomía, empezando a evangelizar a todas las empresas”, puntualiza Avante, quien agrega que Europa está a la cabeza en la materia.

Hay que recordar que, a mediados de marzo, durante la Convención Bancaria 2023, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, presentó la Taxonomía Sostenible de México, una política pública financiera que busca fomentar la inversión en actividades económicas que reduzcan las brechas sociales y protejan el medioambiente. Incluso, define la igualdad de género como un objetivo prioritario.

“Entonces, tiene un alcance nacional para todas las entidades, no solamente las financieras, sino cualquier tipo de empresa, pero ya es un gran avance poder tener un estándar y podernos medir y que sea válido para cualquier inversionista internacional o nacional”, expone Avante. 

Sofomes con criterios ASG

De cierto modo, las Sofomes ya contribuyen a expandir los impactos de los criterios ESG, debido a que prestan microcréditos a mujeres de zonas rurales, sitios a los que la banca tradicional no suele llegar. Además, prestan dinero a pymes para proyectos relacionados con celdas solares o que contribuyen a la descarbonización del planeta.

Como un siguiente paso, ahora la Asofom está documentando, midiendo y estableciendo Indicadores Calve de Rendimiento (KPIs, por sus siglas en inglés) para poder mostrar a los inversionistas y a los interesados que realmente están contribuyendo al medioambiente, la sociedad y la gobernanza.

Pero la realidad es que el proceso de evangelización ha sido complicado. Por ejemplo, las Sofomes que cuentan con una cartera de crédito superior a los 1,000 millones de pesos tienen especialistas en ESG o un director de Sustentabilidad (CSO, por sus siglas en inglés). 

“Pero abajo de 1,000 millones, de 500, de 300, la verdad es que no tienen ni idea de esta tendencia y se ha malentendido que por ser una empresa socialmente responsable ya estás en camino y no”, especifica Avante. 

Ahonda en que muchas de las pymes apenas cuentan con estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (ESR, por sus siglas en inglés) y que les está constando trabajo concientizarlas de que no se queden solamente con el Distintivo ESR que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), pues ESG implica cambiar la estrategia, conocer las taxonomías y los estándares internacionales.

“Yo creo que cuando sus proveedores o sus clientes les empiecen a preguntar: ‘¿tú qué estás haciendo en temas de ESG’’, van a decir: ‘aquí está mi distintivo’. ‘No, eso no es’. Entonces van a empezar a buscar estas iniciativas ESG”, opina el director General de la Asofom.