Obrist Group quiere llegar al ‘negativo neto’ con metanol verde

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Con su metanol verde, la compañía germano-austriaca Obrist Group planea llegar al ‘negativo neto’. El […]

Con su metanol verde, la compañía germano-austriaca Obrist Group planea llegar al ‘negativo neto’.

Con su metanol verde, la compañía germano-austriaca Obrist Group planea llegar al ‘negativo neto’. El cero neto no es suficiente, por eso busca eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.

Para lograrlo planea construir gigaplantas para la producción de metanol verde. Cada una de estas ayudaría a eliminar más de 6,200 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera.

Esto significa que para sustituir por completo los combustibles fósiles, se tendrían que construir 2,700 gigaplantas. El costo de cada una de estas sería de alrededor de 50,000 millones de dólares. Sin embargo, Frank Obrist, director general de la compañía, asegura que cada kilovatio hora costaría poco menos de 6 centavos de dólar.

El metanol verde –de acuerdo con el directivo– es mucho más rentable que cualquier otra fuente de energía. De manera que compensaría los costos de construcción de las gigaplantas.

Con esta solución, según sus cálculos, para el año 2150, la concentración de CO2 en la atmósfera puede reducirse al nivel de 1950.

“El cero neto no es suficiente, vamos hacia el ‘negativo neto’. Para dejar un clima intacto para las generaciones futuras, necesitamos recuperar el dióxido de carbono emitido por los combustibles fósiles”, asegura el directivo.

“Negativo neto”

Una gigaplanta ocupa alrededor de 280 kilómetros cuadrados para producir 4 millones de toneladas de metanol verde al año. Por lo que se estima que tendría un volumen de ventas de cerca de 4,300 millones de dólares anuales.

Además, se puede instalar en desiertos u otros terrenos que no se puedan utilizar para ninguna otra actividad productiva. Por eso los costos se mantienen bajos y no hay conflicto con terrenos agrícolas.

La compañía considera que los costos de operación anuales ascienden a 340 millones de dólares. Sin embargo, la recuperación de la inversión se lograría en cinco años. Incluso, con respecto al agua, ésta se obtiene del aire, aún con 10% de humedad que hay en el desierto, sería suficiente para operar.

Una gigaplanta podría eliminar cada año 6,200 millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera. “Esto significa que la gigantesca fábrica de energía será negativa en términos de CO2 a gran escala: se extraerá de la atmósfera más CO2 del que se devolverá posteriormente cuando se utilice el combustible sintético metanol”, informó la compañía en un comunicado.

Obrist Group detalla que el metanol verde es líquido a temperatura normal. Por ello, sería posible transportarlo por todas las vías de transporte que ya existen para los combustibles fósiles (oleoductos, camiones cisterna, camiones cisterna, etc.).

A diferencia de otros métodos de generación de energía sostenible, como la fotovoltaica o la eólica, el metanol tiene capacidad de carga base: Por lo tanto, está disponible independientemente de las condiciones climáticas. La compañía ya firmó una alianza global con EWU Tech, y DSE Green Technology Holdings, con más de 25 socios tecnológicos europeos y Global Enterprises. El objetivo será construir gigaplantas en Namibia, Egipto, Tailandia y Estados Unidos. Para ello, se están creando los ‘Fondos Sub Cero’ para obtener financiamiento