Proyectos de Gas Natural licuado en peligro en Estados Unidos

La industria del Gas Natural Licuado (GNL) en Estados Unidos ha experimentado un desarrollo significativo en los últimos años, impulsada por la creciente demanda global de este insumo y a las expectativas de exportación. 

Según dio a conocer Bloomberg, en 2022 las exportaciones totales de Gas Natural Licuado del país alcanzaron 81.2 millones de toneladas, colocándolo, junto con Qatar, como el mayor exportador de este combustible. De acuerdo con Rystad Energy, de no ser por el incendio en la planta de Freeport LNG que se dio a mediados del año pasado, la producción total estadounidense hubiera llegado a los 86 millones de toneladas.

Sin embargo, a pesar de este auge, los proyectos de Gas Natural Licuado en Estados Unidos se enfrentan a desafíos cada vez mayores debido al aumento de los costos y a la intensa competencia entre los desarrolladores. Estos factores están poniendo en peligro la viabilidad y la rentabilidad de nuevas instalaciones de GNL en el país.

El panorama energético mundial ha experimentado cambios significativos con la invasión rusa a Ucrania, lo que ha aumentado la demanda de Gas Natural Licuado y el interés por las exportaciones estadounidenses de este insumo. Sin embargo, la competencia entre los desarrolladores de proyectos de GNL en ese país se ha intensificado, lo que ha llevado a una mayor presión en los precios y a un aumento en los costos de construcción y operación de las instalaciones.

Los desafíos

Uno de los principales factores que contribuyen al aumento de los costos es la competencia por recursos y proveedores. A medida que más proyectos de Gas Natural Licuado se desarrollan simultáneamente, la demanda de equipos y servicios necesarios para la construcción y operación de las instalaciones se dispara, lo que a su vez eleva los precios. Además, la escasez de mano de obra calificada en la industria también ha impulsado los costos laborales.

Para entender el auge de la construcción de plantas de GNL, tan sólo desde que Moscú comenzó su invasión a Ucrania, hace poco más de un año, cuatro proyectos, por un valor conjunto de 40,000 millones de dólares (mdd), han alcanzado el hito crucial de la decisión final de inversión (FID). Sin embargo, al menos media docena de proyectos más se enfrentan a retrasos en su construcción mientras luchan por asegurar los contratos de compra a largo plazo.

Otro desafío clave es la volatilidad de los precios del gas natural, que puede afectar la rentabilidad de los proyectos. A medida que los precios de este combustible fluctúan, los desarrolladores de proyectos deben enfrentar la incertidumbre en sus proyecciones de ingresos y costos, lo que puede dificultar la obtención de financiamiento y la toma de decisiones estratégicas.

Tal es el caso de Tellurian, quien vio fracasar su desarrollo Driftwood, de 25,000 mdd, después de que una falla en la recaudación de fondos ocurrida el año pasado llevó a inversionistas fundamentales a abandonar el proyecto.

“Es dramáticamente más caro. Cada vez hay menos empresas de construcción que realmente pueden manejar este tipo de cargas. Pero hay que enfrentarse a los problemas de su cadena de suministro y a toda la inflación de costos”, señaló recientemente Charif Souki, CEO de Tellurian y pionero en el desarrollo de la industria de exportación de GNL de Estados Unidos desde hace más de una década.

De acuerdo con el Departamento de Energía de los Estados Unidos, los proyectos en construcción o que entren en servicio aumentarán la capacidad del país en aproximadamente un 70 por ciento una vez que todos comiencen a funcionar, en 2027. 

Sin embargo, diversos especialistas aseguran que muchos de estos proyectos fracasarán debido a la dificultad para conseguir financiamiento para empresas de combustibles, en medio de una cruzada para descarbonizar el planeta.