Seguridad alimentaria, rehén de la guerra entre Rusia y Ucrania
Escrito por verdes |
Tras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Organización de las Naciones Unidas informó […]
Tras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Organización de las Naciones Unidas informó que cerca de 20 millones de toneladas de grano están bloqueadas en Odesa.
La guerra entre Rusia y Ucrania tiene una enorme cantidad de repercusiones. Estas van desde las perdidas humanas y la destrucción a causa de los bombardeos hasta un desabasto en productos alimenticios.
Los países involucrados en este conflicto bélico también aportan bastante a la alimentación. Ucrania exporta aproximadamente la mitad del aceite de girasol en el mundo, en maíz y trigo del 15 y 12 por ciento respectivamente. Pero en estos momentos sus productos están bloqueados en los puertos del Mar Negro debido a los ataques rusos.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, cerca de 20 millones de toneladas de grano están bloqueadas en Odesa, Chornomorsk y otros puertos. Esto significa un aumento de hasta el 30 por ciento en su costo. Algunos países como Turquía, Yemen, Libia, Líbano o Irak importan gran cantidad de grano ucraniano. En el caso de Egipto compra el 80 por ciento a dicha nación.
Por su parte, Rusia ha tomado la posición de no soltar los puertos hasta que sean retiradas las sanciones económicas contra Moscú por parte de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. Una de las más fuertes es la de apartar a bancos rusos del sistema financiero SWIFT.
El gobierno ucraniano estimó, en un inicio, que la siembra de maíz y trigo se podría realizar en un 30 por ciento. En la actualidad esas cifras se elevan al 50 por ciento. Pero la falta de fertilizante, de Rusia y Bielorrusia, y la alza en el costo de combustibles hacen más difícil la labor de los agricultores.
De acuerdo a información del Llamamiento a la Acción para la Seguridad Alimentaria Mundial de la ONU, el número de personas en riesgo alimentario severo se duplicó en los últimos dos años, pasó de 135 millones a 276. Además, hay cerca de medio millón de personas en situación de hambre, cinco veces más que hace cinco años. Si la situación sigue así, otros alimentos como el arroz pueden estar en riesgo, afectando a miles de millones de personas en Asia y América.
Igualmente se pueden ver sus estragos en lo energético, pues el gas ruso es comprado por una inmensidad de países de la Unión Europea. De ahí que se haya optado por un plan de inversión de 210 mil millones de euros para abandonar dicho recurso y avanzar en el uso de energías limpias.
La Organización de las Naciones Unidas se mantiene en contacto con Moscú, Kiev, Ankara, Washington y la Unión Europea para tratar de dar con una solución. Sin embargo aún queda un largo camino por delante para llegar a un acuerdo con todas las partes.