El valor de proteger la innovación en un futuro verde
Escrito por verdes |
La Propiedad Industrial es la herramienta que tienen los creadores para poder proteger desarrollos innovadores, […]
La Propiedad Industrial es la herramienta que tienen los creadores para poder proteger desarrollos innovadores, mediante la cual se obtienen derechos que permiten capitalizar y defenderse de terceros.
En el campo de las patentes, los gobiernos confieren al titular el derecho de impedir a terceros que fabriquen, usen, vendan, ofrezcan en venta o importen el producto patentado, sin su consentimiento. Si la materia objeto de la patente es un proceso, la patente confiere el derecho de impedir a otras personas que utilicen ese proceso y que usen, vendan, ofrezcan en venta o importen el producto obtenido directamente de ese proceso.
A cambio de este derecho temporal con vigencia de 20 años, el titular debe hacer público el conocimiento para que éste sirva como plataforma de desarrollo de más ciencia y tecnología generando un círculo virtuoso en la innovación.
Es importante resaltar que no es necesario que la tecnología sea disruptiva en un campo tecnológico, los requisitos básicos para la obtención de una patente son que la materia sea novedosa y que implique una actividad inventiva, esto último se sintetiza en que el desarrollo no sea obvio para un experto en la materia. Por lo anterior incluso pequeñas mejoras a tecnologías existentes que ayuden a una resolución más eficiente de un problema técnico son susceptibles de protección.
En el campo de las tecnologías verdes el desarrollo global es notable. La clasificación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), identifica las divisiones: Energía, Agua, Agricultura Forestal, Residuos Contaminantes, Transporte, Procesos de Materiales y Construcción. Dentro de las cuales, son Energía y Transporte los campos que muestran mayor crecimiento en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Cada año, la OMPI designa un eje conceptual sobre el cual versarán los esfuerzos de difusión de la PI; en el 2020, el tema fue “Innovar para un futuro verde”, con la convicción que los derechos de PI pueden ayudar a conseguir una transición hacia una economía sostenible y con bajas emisiones de carbono.
Asimismo, la OMPI tiene un programa denominado “WIPO Green” que es una plataforma en línea para el intercambio de tecnología. Apoya los esfuerzos globales para abordar el cambio climático conectando proveedores y buscadores de tecnologías respetuosas con el medio ambiente. A través de sus bases de datos, redes y aceleración de proyectos, reúne a actores clave para catalizar la innovación y la difusión de tecnologías ecológicas.
En nuestro país también se ha impulsado el desarrollo y protección de este tipo de tecnologías. El año pasado, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) incluyó en el “Premio IMPI a la Invención Mexicana” la categoría: Tecnología verde.
La inventora y docente de la Universidad del Valle de Atemajac, Sandra Pascoe Ortiz, fue la galardonada en esta categoría específica por su invención “Mezcla y proceso para elaborar un material plástico biodegradable”. Esta interesante creación permite, a partir de jugo de nopal, sábila u otras suculentas, mezclado con aditivos, el desarrollo de un producto plástico que puede degradarse y volver a la naturaleza en cuestión de semanas o meses, a diferencia de los plásticos tradicionales, que tardan hasta cientos de años en biodegradarse. El impacto de este desarrollo es muy relevante ya que se puede usar un sinnúmero de productos, por ejemplo, en cubiertos desechables, recubrimientos para platos de cartón, manteles desechables individuales o en bolsas y empaques secos.
Con estrategias hacia la sustentabilidad, no solamente logramos el objetivo social de conservar los recursos naturales y frenar el cambio climático, sino que también se puede innovar hacia opciones económicamente atractivas. También es remarcable que la protección a través de patentes permite al titular tener un mecanismo de defensa contra terceros que pretendan apropiarse de la tecnología que los innovadores crearon.
Por todo lo anterior, la Propiedad Industrial se convierte en una herramienta fundamental para los innovadores en el campo de las empresas verdes.