Innovación sustentable, más allá del reciclaje
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La implementación de materiales amigables con el medio ambiente permiten que los plásticos puedan compostarse […]
La implementación de materiales amigables con el medio ambiente permiten que los plásticos puedan compostarse y no solo reciclarse.
Por: Ignacio Parada, CEO de BioElements
Durante la segunda mitad del siglo XX, el plástico fue uno de los materiales más populares por la comodidad que aporta en el día a día. Tiene un bajo costo de manufactura, es flexible e impermeable. Sin embargo, debido a su producción en masa durante tantos años, como sociedad nos encontramos en un punto de inflexión que nos lleva a la reflexión.
Según la organización Greenpeace, cada año se fabrican 500 mil millones de botellas, que se utilizan para el almacenaje y distribución de líquidos, sin contar todos los embalajes que se utilizan para alimentos sólidos, como la gran mayoría de los que vemos y adquirimos por millones en el supermercado.
De acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial en la actualidad sólo 20 por ciento del plástico se recicla a nivel mundial, lo que contribuye a que el planeta enfrente una triple emergencia ambiental: el calentamiento global, la pérdida del hábitat que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas ha conllevado a que aproximadamente 1 millón de especies estén en peligro de extinción; y la contaminación que impacta el aire, la tierra y el agua.
Ante esta problemática, en BioElements nos detuvimos a cuestionar no sólo nuestro modelo de gestión de residuos, sino que el tipo de residuos que debemos producir. ¿Sería posible desarrollar un material que tuviera todas las comodidades del plástico, pero sin su impacto negativo en la naturaleza?
En las escuelas de negocios siempre se recalca la importancia de encontrar un problema lo suficientemente grande a solucionar con nuestro modelo de negocio, con la idea de que éste pueda tener la mayor escalabilidad posible.
A eso tendríamos que añadirle, además, la importancia de hacernos cargo de todas aquellas externalidades negativas que conlleva nuestro modelo productivo en términos de daño al medio ambiente. Haciendo un cruce de ambas variables se puede llegar a un dolor que esté presente en la sociedad, y cuya solución genere un mundo mucho más sostenible para todos. Y así partió nuestra compañía.
Hoy día, la biotecnología ha pasado de ser una materia de ciencia ficción a una realidad que se encuentra al alcance de todos, lo mismo en el rendimiento del campo que en la explotación de productos del mar o en la reducción del impacto ambiental. Son muchos los campos, y cada vez más cercanos, en los que tiene impacto este desarrollo biotecnológico.
En el caso del medio ambiente, ha permitido la creación de resinas como la que utiliza Bioelements para ofrecer los beneficios del plástico, pero con la ventaja de que, al estar conformados por materiales naturales, pueden ser compostados, o incluso biodegradarse en cualquier ambiente sin generar daño a ningún ecosistema, lo que contribuye a que el ciclo vital siga su curso mediante la economía circular.
Como en cualquier tipo de innovación, más aún en el campo de la sustentabilidad, es importante poner el triple impacto que tienen que tener esta clase de negocios, ya que no sólo se trata de aprovechar los avances obtenidos con un fin económico, sino de transformar las economías y las sociedades para hacerlas más inclusivas, más justas y más respetuosas con la naturaleza.